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Este jueves, el partido oficialista Nuevas Ideas (NI), liderado por el presidente Nayib Bukele, y las formaciones aliadas en la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobaron la vigésima sexta extensión del controvertido régimen de excepción creado para combatir a las pandillas.
La legislatura, que recientemente asumió el Congreso y tiene una mayoría oficialista de 54 diputados de 60, aprobó con 57 votos la extensión del régimen de excepción por un plazo de 30 días más, sin evaluación ni deliberación previa, hasta el 9 de junio próximo.
Según la propuesta del Gabinete de Seguridad, se han llevado a cabo más de 79.900 arrestos de personas acusadas de pertenecer a pandillas o colaborar con las llamadas «maras».
«Existen células remanentes que persiste en la comisión de hechos delincuenciales pretendiendo recuperar su fuerza criminal. Por tanto, sigue siendo un objetivo de seguridad combatir y desarticular la intencionalidad criminal de estos grupos terrorista», indica el decreto como justificación para la nueva ampliación.
De acuerdo con una encuesta realizada recientemente, el apoyo de la población salvadoreña al régimen de excepción, que cumplió dos años de establecido a finales de marzo pasado, se ha fortalecido con el tiempo, impulsado en parte por la falta de conocimiento sobre las consecuencias para los derechos humanos.
Según los datos del estudio realizado por el Instituto Universitario de Opinión Pública de la UCA (Iudop), el 79,4 por ciento de los encuestados manifestó que los salvadoreños son protegidos por el régimen de excepción en la actualidad, mientras que esa cifra era del 48 por ciento cuando llevaba seis meses de vigencia.
También indica que el 87,3 por ciento de la población dijo sentirse más segura con esta medida; cuando llevaba 30 días de implementación era de 76,2 por ciento.
Sin embargo, más de 6.000 denuncias de violaciones a derechos humanos han sido recibidas por organizaciones humanitarias, principalmente por detenciones arbitrarias y torturas, y se han informado alrededor de 240 muertes de detenidos bajo custodia estatal.
Según organizaciones humanitarias, la violencia de las pandillas ha sido reemplazada por la violencia estatal en las comunidades empobrecidas.
El presidente salvadoreño ha ganado popularidad gracias a la implementación del régimen de excepción, la cual se ha convertido en la principal y única medida del Gobierno de Bukele para combatir las maras, lo que le ha permitido ganar la reelección para un segundo mandato consecutivo este año, a pesar de que esto está prohibido por la Constitución.
