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Puerto Rico.
Muchos residentes de Puerto Rico reaccionaron con alegría luego de que las luces comenzaron a parpadear durante la noche mientras el territorio estadounidense sigue esforzándose por enfrentar un apagón en toda la isla, después de que un incendio en una central eléctrica derivara en una falla generalizada en la vetusta red de distribución eléctrica.
Más de dos tercios de los 1,5 millones de viviendas y empresas atendidas por la compañía eléctrica tenían restaurada la electricidad para la mañana del viernes y se escucharon gritos como «¡llegó la luz!» en algunos barrios de la capital.
«Hemos sobrepasado la expectativa que teníamos», declaró el gobernador Alejandro García Padilla. «Seguimos trabajando para reestablecer la luz a los demás clientes… Comprendo el disgusto del que no tiene energía eléctrica», agregó. Dijo prever que la mayoría de los puertorriqueños probablemente tenga electricidad para el sábado, más de 72 horas después del apagón en toda la isla.
Las luces se apagaron brevemente durante una rueda de prensa el viernes en el centro de operaciones de emergencia de la isla, provocando risas entre los funcionarios gubernamentales que hablaban con la prensa.
García dijo que todavía habrá los apagones temporales en los próximos días, dada la creciente demanda de electricidad a medida que más y más clientes reciben el suministro.
El apagón afectó a toda la isla de 3,5 millones de personas el miércoles por la tarde. García activó la Guardia Nacional y declaró un estado de emergencia.
Las escuelas públicas permanecían cerradas el viernes y las fuertes tormentas que azotaron la isla el jueves por la tarde dejaron sin suministro eléctrico a algunas áreas donde la electricidad ya había sido restaurada. Mientras tanto, unas 205.000 personas se quedaron sin agua. Mientras las personas que recibieron electricidad de nuevo celebraban el retorno a la normalidad, otros lamentaron el haber pasado otra noche en la oscuridad, sin aire acondicionado en el calor tropical.
La mayoría de los puertorriqueños no tienen generadores de emergencia, así que muchos arrastraron una vez más los colchones a sus balcones y porches para pasar una noche lo más frescos posible.
«Ha sido horrible», dijo Elizabeth Maldonado, una residente de San Juan. Agregó que ella se resignó a pasar otra noche sin dormir. «Me duchaba cada tres horas por la noche para mantenerme fresca». El apagón tuvo lugar en momentos en que los puertorriqueños resienten las dificultades a causa de la recesión que afecta a la isla desde hace casi una década.
Los apagones focalizados son comunes en Puerto Rico, que tiene una infraestructura eléctrica anticuada, pero generalmente las fallas generalizadas como la actual sólo han ocurrido durante tormentas tropicales. La Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (AEE) busca determinar las causas del incendio ocurrido en la planta generadora Aguirre, ubicada en la localidad de Salinas, en el sur.
La AEE atraviesa por problemas debido a su deuda de 9.000 millones de dólares que pretende reestructurar, además de que afronta acusaciones de corrupción. Funcionarios de la entidad han asegurado que están buscando recursos para modernizar el equipo.