Autoridades intensifican medidas contra el dengue en Islas de la Bahía ante el aumento de casos
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La situación del dengue en Islas de la Bahía ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias. Según Adalberto Mejía, jefe de la Región de Salud, el número de casos sospechosos de dengue en el departamento ha alcanzado los 1,615, con 1,465 casos de dengue sin signos de alarma y 141 con signos de alarma. De estos, 9 han sido clasificados como dengue grave, resultando en 6 ingresos hospitalarios y una muerte confirmada.
Actualmente, en el Hospital Roatán hay nueve pacientes ingresados, entre ellos una menor de 12 años con dengue grave. Cuya recuperación está siendo monitoreada de cerca. El resto de los pacientes hospitalizados presenta signos de alarma, pero se encuentran estables.
Ante esta situación crítica, Mejía informó que se están coordinando esfuerzos con diversas instituciones gubernamentales para llevar a cabo una campaña masiva de eliminación de criaderos de mosquitos en los municipios de Roatán, Utila, Guanaja y Santos Guardiola. Esta iniciativa, conocida como el «Día D», tiene como objetivo reducir significativamente la población de mosquitos Aedes aegypti, responsables de la transmisión del dengue.
«Estamos convocando a todas las instituciones para realizar una eliminación masiva de criaderos en toda la región insular. Esperamos obtener resultados positivos con esta movilización, que también contará con la participación activa de la comunidad», expresó Mejía.
El funcionario destacó que algunas comunidades han registrado un incremento preocupante en el número de casos. Lo que ha llevado a las autoridades a intensificar las acciones de control en esas áreas. Mejía hizo un llamado a los medios de comunicación para que se sumen a esta iniciativa. Proporcionando cobertura y ayudando en la sensibilización de la población sobre la importancia de eliminar los criaderos de mosquitos.
El viernes se llevará a cabo una movilización masiva en toda la región, con la esperanza de que estas acciones preventivas logren reducir la incidencia de casos y proteger especialmente a la población más vulnerable, entre los que destacan los jóvenes de 15 a 24 años, quienes han sido los más afectados por la enfermedad.
