Después de sus escandalosos looks durante el embarazo de North, Kim Kardashian prometió que en este nuevo embarazo la íbamos a ver más sencillita y cómoda. Por ahora, no estaría cumpliendo.
En la fiesta de cumpleaños del nuevo novio de Khloé Kardashian, James Harden (estrella de la NBA), en un crucero, Kim le rindió culto a la incomodad con su vestido apretadísimo color blanco (el dress code de la noche era total white).
Claro, a una gala no es posible ir de “joggineta”, pero con pancita de embarazada Y las conocidas curvas de Kim, no hace falta ajustar tanto todo. El resultado es casi caricaturesco.
Recordemos, la mediática está de cinco meses y espera un varoncito junto a su marido, el rapero Kanye West, que también estaba de blanco para la fiesta.