10 mitos sobre el sueño que debes dejar de creer

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No debes dormir con el televisor encendido, no te acuestes después de haber cenado… Muchos hemos escuchado o leído algunos de estos mitos sobre el sueño que nos dejan pensando.

Las horas de descanso son esenciales para poder recuperarnos tras una larga jornada y llenarnos de energía. Pero, ante tanta información, a menudo dudamos acerca de lo que es correcto con respecto al sueño.

Y si bien estas creencias parecen inocentes, en algunas personas producen preocupación. Incluso, no serán pocos los que lleven a la práctica acciones que les afectarán su descanso, en lugar de favorecer la salud.

Existen muchos mitos sobre el sueño. Algunos no pasan de ser solo eso: mitos. Aunque otros tienen una base de verdad. A continuación, los revisaremos y analizaremos, sopesándolos a la luz de las investigaciones científicas.

1. Ocho horas justas

Necesitamos de siete a nueve horas de sueño; minutos más, minutos menos. Según la Oficina de Prevención de Enfermedades y Promoción de la Salud de Estados Unidos, 7 horas es lo mínimo saludable para un adulto.

Por lo tanto, no tienes que dormir exactamente ocho horas. Si te falta o si te pasas un poco, no está mal. Pero trata de que no sea mucho.

El caer en angustia o ansiedad por controlar las horas de sueño puede conducir a un trastorno conocido como ortosomnia. Ten cuidado con esta obsesión.

2. Continuidad interrumpida

Una idea que angustia a algunas personas es la de tener interrupciones en la continuidad del sueño y no dormir 8 horas seguidas. Esto no es necesariamente grave. En realidad, durante la noche tenemos microdespertares por breves segundos, pero luego volvemos a dormir y ni siquiera lo recordamos.

En esos momentos, el cuerpo se acomoda para evitar el entumecimiento. A veces nos arropamos o desarropamos y ni lo recordamos. Siempre y cuando no se prolongue demasiado el regreso al sueño, un pequeño despertar no afectará en demasía el descanso.

3. Los bellos durmientes

Entre las personas que aman dormir existe la creencia, infundada, de que estas horas extra los harán vivir más tiempo o de forma más saludable. En realidad, las investigaciones dicen todo lo contrario.

Dormir demasiado puede ser tan perjudicial como dormir poco. Se suele asociar el exceso de sueño con mortalidad más temprana, uso de automedicación y diversos problemas de salud.

4. El horario ajustable entre los mitos sobre el sueño

Además de la cantidad de horas y la continuidad en el sueño, es importante mantener un horario regular para dormir. Es decir, acostarse y levantarse casi siempre a la misma hora, incluso los fines de semana.

Algunos piensan que si se acuestan tarde un día, pero duermen las ocho horas reglamentarias, todo estará bien. Sin embargo, cambiar los horarios no es beneficioso, ya que luego el cuerpo debe readaptarse. Sobre todo en adolescentes, los estudios indican que la falta de horario regular es motivo suficiente para alterar el ritmo circadiano.

5. La recuperación tardía

Hay personas que durante los días laborables se privan de horas de sueño, precisamente para poder cumplir con todas sus obligaciones. Y luego, el fin de semana, duermen un poco más, con el sentido de «recuperar el tiempo perdido».

Pero esto no funciona así. Dormir más un día no ayuda a recuperar el sueño que se ha perdido en otro. Es como pretender comer diez veces el domingo por haber comido solo dos veces de lunes a viernes.

Las consecuencias de dormir poco no solo se relacionan con el deterioro de la salud (obesidad, hipertensión arterial, trastornos del sistema inmunitario), sino que afectan la concentración y el desempeño laboral y académico, así como el estado de ánimo.

6. El mito de la siesta

Al igual que con el punto anterior, el mismo principio aplica a la siesta. Si no dormimos bien la noche antes, la siesta puede ayudarnos a descansar, pero no se recuperan las horas perdidas.

También existe el mito contrario, según el cual, si duermes en la tarde, no dormirás en la noche. Por lo general, se considera que una pequeña siesta es buena para el organismo, aunque lo recomendable es que no sea mayor a media hora. Según los estudios, las siestas largas están asociadas con una inadecuada higiene del sueño.

7. TV o no TV

Antes de ir a dormir, la televisión no relaja, sino todo lo contrario. Diversas investigaciones sugieren que se debe reducir el hábito de usar dispositivos electrónicos (smartphones y TV) antes de dormir para mejorar la calidad del descanso. Así pues, mirar televisión en las noches, acostados, justo antes de dormirnos, no es lo mejor para una buena higiene del sueño.

8. El ronquido forma parte de los mitos sobre el sueño

Alguien que ronca puede dar la impresión de estar profunda, por no decir plácidamente, dormido. Sin embargo, a su alrededor, las personas (pareja, hijos, compañeros de cuarto) no pensarán lo mismo.

9. El alcohol

Con respecto a tomar una copa de alcohol antes de dormir, hay opiniones sin sustento que lo defienden. Muchos afirman que es beneficioso, relaja y desestresa.

10. ¿Dormir poco no va a matarte?

Los estudios han determinado que existe una alta correlación entre sueño y el estado general de salud física y psicológica de una persona. Por consiguiente, la falta de sueño se asocia con aumento de peso, así como con diversos trastornos de salud, tales como hipertensión arterial, estrés y enfermedades cardiovasculares.

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