El diputado del Partido Liberal, Yuri Sabas, ha expresado su escepticismo respecto a la posibilidad de implementar reformas electorales significativas en Honduras, destacando la falta de voluntad política como el principal obstáculo. Según Sabas, si no se han realizado estas reformas en los últimos tres años, es poco probable que se lleven a cabo ahora.
Desde el inicio del actual gobierno, Sabas ha insistido en la necesidad de transformar el sistema electoral del país, presentando diversas propuestas que buscan fortalecer la democracia hondureña. Una de las principales reformas propuestas por el diputado es la implementación de una segunda vuelta electoral, una demanda largamente esperada por la ciudadanía, con el objetivo de asegurar gobiernos sólidos y legítimos.
Además, Sabas ha abogado por una revisión en la elección de los diputados, proponiendo un sistema más representativo por distrito y zona, lo que implicaría una reducción en el número de diputados. Otra de las reformas que ha impulsado es la regulación de los períodos electorales de alcaldes y diputados, así como una revisión exhaustiva del proceso de escrutinio electoral.
El diputado también ha señalado la importancia de aprobar con anticipación el presupuesto del Consejo Nacional Electoral (CNE), para evitar las compras de emergencia que han sido comunes en el país. Sin embargo, lamenta que estas propuestas no hayan sido aprobadas, a pesar de no requerir ratificación en la próxima legislatura, debido a la falta de voluntad política en el Congreso Nacional.
Sabas ha intentado establecer diálogos con otras fuerzas políticas para promover estas reformas, que considera fundamentales para generar mayor tranquilidad, certidumbre y paz en el proceso electoral. Sin embargo, sus esfuerzos han sido infructuosos, debido al control de la agenda legislativa por parte de la junta directiva del Congreso y del gobierno de turno, quienes no han mostrado interés en llevar a cabo estos cambios.
El diputado concluyó reiterando que la falta de voluntad política continúa siendo el principal impedimento para las reformas electorales en Honduras, y que si no se ha avanzado en los últimos tres años, es poco probable que se logre en este momento crucial para el país.