Unos 60 mil millones de lempiras serían destinados para sostener masa salarial

El proyecto del Presupuesto de la República para el ejercicio fiscal 2019, ya está en manos del Congreso Nacional. Esta semana comienza el proceso de socialización y elaboración del dictamen para su discusión y aprobación.

Como se adelantó la semana pasada, las asignaciones para el año entrante totalizarán la suma de 261 mil millones de lempiras, que representan un aumento de 16,000 millones en comparación con el plan vigente.

De acuerdo con lo explicado por funcionarios de la Secretaría de Finanzas, los recursos incrementados serán destinados preferentemente a cuatro sectores: Salud, educación, infraestructura y transferencias a los gobiernos locales.

Las prioridades del gasto para el período entrante serán dirigidas, asimismo, a la puesta en operación de nuevos centros asistenciales como son el Hospital de Traumatología y el sostenimiento del Hospital para Niños Quemados.

Otra partida será dirigida a la construcción de tramos carreteros para las zonas occidental y oriental, apoyo al Centro de Ciudad Mujer y financiamiento de la Unidad Especial de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), encargada de actuar en el esclarecimiento de los feminicidios.

Gran parte de los recursos del país, alrededor de 40,000 millones de lempiras, se irán en el pago de la deuda interna y externa; sin embargo, las fuentes oficiales aseguran que el monto de tales compromisos es manejable y gestionado con responsabilidad.

Y una cifra que roza los 60 mil millones de lempiras se ha previsto para atender la enorme masa salarial; es decir, para cumplir con el pago de sueldos y salarios de la burocracia.

En Honduras hacen falta políticas públicas que impulsen mejores niveles de competitividad del país y que vayan de la mano de estrategias que permitan aliviar las condiciones de rezago social.

A esta conclusión llega un sector crítico de economistas al establecer un parangón entre las asignaciones de recursos públicos, el cual refiere que en los últimos años el presupuesto para salud bajó de 15 a 10 por ciento, mientras para educación se redujo de 32 a 20 por ciento.

En contraste, el gasto en el sector defensa aumentó en 60 por ciento; en materia de seguridad, subió en un 20 por ciento y en concepto de pago de servicio de deuda, se ha destinado entre 28 mil millones y 34 mil millones en el período 2017-2018.

A juicio de vastos sectores, las prioridades del país deberían estar plasmadas en un “Pacto Fiscal y de Justicia Social”, que descanse sobre el propósito de construir una agenda para el buen uso de los bienes y recursos públicos.