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Tegucigalpa, Honduras
Al menos 161 miembros de la Dirección General de Investigación Criminal (DGIC), fueron separados de la institución, debido a que reprobaron las pruebas de confianza aplicadas por la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP).
Tal determinación obligó a que más de un centenar de ahora ex empleados de la DGIC, realizaran un plantón en las afueras de la institución en Tegucigalpa.
Mientras que en el interior de la Dirección, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos Ramón Custodio, los representantes de la Fiscalía Especial de Derechos Humanos, y la cúpula Policía y autoridades de la Secretaría de Seguridad, sostienen una reunión para tratar el tema.
Se conoció que entre los despedidos figuran, en su mayoría, jefes de departamento a nivel nacional.
La ex sub comisaria Fátima Ulloa, quien fungía como enlace con el Ministerio Público, una de las más eficientes funcionarias y con los mayores resultados, dijo “apelamos a nuestros superiores porque esto es injusto, estamos decepcionados porque la DIECP no ha hecho el trabajo de manera objetiva”, a la vez que pidió que les repitieran la prueba del polígrafo.
Los uniformados fueron sometidos a las pruebas de polígrafo, psicométricas, socioeconómicas y patrimoniales y posteriormente las audiencias de descargo que concluyeron en la salida de los funcionarios policiales.
“Que se nos vuelva a realizar la prueba de polígrafo, somos grupos de oficiales y durante 20 años hemos brindado lo mejor de nosotros, hemos brindado un trabajo en las áreas más conflictivas de nuestra policía”.
Al parecer la determinación les fue informada en medio de una misa que los agentes llamaron como de “compadre hablado”.
De acuerdo con autoridades de la Dirección General de Investigación Criminal la mayoría de los empleados despedidos fueron separados por tener vínculos con el crimen organizado y trafico de drogas ilícitas.