Un total de 31 internos se casan en cárcel de máxima seguridad

Tegucigalpa, Honduras

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“Prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad. Amarte y respetarte todos los días de mi vida”, fue parte del juramento de amor que hicieron 31 privados de libertad a sus ahora esposas, madre de sus hijos.

Luciendo sus mejores galas, las féminas junto a sus testigos de honor esperaban ansiosamente a los novios quienes vistiendo pantalones de mezclilla y camisa manga larga llegaron al salón para celebrar un nuevo comienzo de vida, al formalizar su relación por medio del matrimonio.

Las bodas

El salón de visita de la cárcel de máxima seguridad “Pozo I”, en Ilama, Santa Bárbara, fue el escenario en el que las parejas dijeron “si acepto”, al convertir su relación de unión libre en un matrimonio legalmente constituido.

Emocionados y con sus manos temblorosas producto de los nervios, los novios firmaron el acta de matrimonio y sellaron la misma al darse un beso de amor, un amor que según ellos perdurara toda la vida.

“Le doy gracias a Dios por permitirme dar este paso con mi pareja, estamos aquí encerrados pero eso no impide que amemos a nuestras familias, esta es una oportunidad para cambiar nuestras vidas y Dios está permitiendo que lo hagamos”, dijo uno de los contrayentes.

Las muestras de amor no se hicieron esperar cuando uno de los privados alzo en sus brazos a su esposa, de quien dijo “es el amor de mi vida”, mientras la sostenía no dejaba de besarla.

Durante la ceremonia los esposos, invitados especiales y abogados presentes disfrutaron de un pequeño refrigerio para luego despedirse de los internos quienes regresaron a sus celdas para esperar la próxima visita de su esposa.

Análisis

Para que las personas privadas de libertad puedan contraer matrimonio, sus abogados deben presentar la solicitud ante el Consejo Técnico Interdisciplinario (CTI), quienes analizan el expediente del interno y la solicitud de la defensa para luego resolverla.

Las autoridades penitenciarias dijeron que este tipo de actos fortalece la unión familiar de las personas privadas de libertad que es un factor importante en su proceso de rehabilitación y reinserción social.

Actualmente los internos participan en diferentes cursos motivacionales, de derechos humanos, relaciones interpersonales y pronto estarían iniciando el aprendizaje en diferentes oficios.

Los procesos de reeducación, rehabilitación y reinserción social, son parte del proceso de transformación del sistema penitenciario que impulsa el presidente Juan Orlando Hernández, desde el inicio de su gestión en el 2014, el mismo no solo contempla estrictos mecanismos de control, sino un cambio positivo en la vida de los privados de libertad.

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