Tres trucos para alimentarse de forma saludable en estas fiestas navideñas

La Navidad es una celebración que sirve para reunir familias y amigos, compartir amor, regalos y abrazos; pero sobre todo es una temporada para disfrutar de la comida. Sin embargo, es importante entender que a pesar de la gran variedad de alimentos no hay que descuidar la salud.

Susan Bowerman, Directora de Nutrición de Herbalife, expresa que para esta época es necesario optar con una alimentación sana, llena de creatividad, para así animar a los niños de la casa a una alimentación nutritiva. Y para la adquirir hábitos saludables, que sirven durante todo el año, la especialista da estos consejos:

1. Invente un juego para comer frutas y verduras a diario

Poner color en todas las comidas es una parte fundamental de la filosofía alimentaria. Se recomienda que la mitad de la dieta esté compuesta por frutas y verduras divididas en aproximadamente 5 a 8 porciones por día.

Un juego entretenido, aconseja Bowerman, es preparar un tablero de bingo con frutas y verduras y se van tachando los casilleros de a uno cada vez que alguien pruebe otra fruta u otra verdura. Vea quién es el primero en tachar todos los casilleros y recompense a los ganadores con seguir comiendo frutas y verduras, o permítales elegir el menú de la cena durante algunos días.

2. No deje de comer su comida favorita, conviértala en saludable

Por más que intentemos comer de manera saludable durante las fiestas navideñas, siempre existe ese plato que nos da un placer oculto y que no podemos evitar. En vez de pensar que tenemos que eliminar nuestra comida favorita por completo, durante las fiestas navideñas podemos hacer algunos cambios sencillos para que esos alimentos tan sabrosos sean más nutritivos.

Controlar tanto los ingredientes como la cantidad de cada ingrediente que se utiliza facilita la preparación de una comida nutritiva que le encantará a toda la familia. Por ejemplo, en el caso de la pizza, use masa de harina integral, reduzca levemente la cantidad de queso o reemplace los aderezos para carnes con alto contenido graso por vegetales frescos y más saludables, tales como la espinaca, la cebolla, los tomates frescos y los pimientos.

3. Haga cambios saludables en compras de alimentos y plantee objetivos

Plantee objetivos en metas pequeñas pero alcanzables. Cambiar la leche entera por leche descremada es una manera sencilla de evitar consumir cientos o miles de calorías a lo largo del tiempo.

Si intenta modificar su dieta por completo y al instante, le resultará mucho más difícil comer de manera saludable y su familia sin duda notará la diferencia cuando repentinamente falten sus alimentos o sus refrigerios preferidos en la alacena o en la refrigeradora.

Es muy fácil recaer en el consumo de papas fritas, galletas dulces y galletas saladas, dado que suelen estar a mano; las variedades de semillas nueces caseras, los frutos secos y las palomitas de maíz son opciones que sirven para reemplazar dichos bocadillos por algo más saludable.

Otro mal hábito relacionado con los refrigerios consiste en tomar gaseosas y jugos de frutas que suelen tener una carga de azúcar agregada. Intente reemplazar estas bebidas por jugos naturales o aguas saborizadas. También puede agregar algo de sabor a su agua corriente si añade rodajas de limón, pepino o naranja.