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El cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, se refirió este domingo al polémico tema del aborto.
El religioso dijo que todavía hay gente que se endurece en el mal y en el pecado.
“A todos los asesinos que están quitando la vida inocente, toda vida merece respeto, por esa razón todavía el Señor nos da tiempo y es misericordioso”, expresó el católico en la homilía de este domingo.
Rodríguez Maradiaga expuso que el amor espera siempre, sin límites, y que Jesús continúa llamando a la puerta incansablemente.
“Dios no se cansa nunca de esperar que dejemos el pecado. El amor no puede ser vencido por la obstinación, rechazo y resistencia”, resaltó.
Mencionó que el tiempo y amor hacen posible que se realice el plan de Dios que es amor. “Por eso esta cuaresma nos pide que dejemos lejos el odio, rencor, resentimiento y amargura, ahí no puede estar Dios, ahí nos hace higuera estériles e incapaces de amar”.
El purpurado aseguró que Dios continúa creyendo en el ser humano, esperando algo nuevo de cada uno de ellos.
“Hoy podemos decirle al Señor, ayúdanos a poner en práctica tu santa palabra y podamos dar frutos de amor y de vida, solo en ti Señor encontramos sentido y una alegría que permanece siempre”, añadió.
El cardenal recalcó que Dios es el Dios de la vida y que todo aquel que procura la muerte no es de Dios.
“Los legisladores que piensan que es un avance el aborto, que es la muerte del inocente, del que no puede defenderse y después se rasgan las vestiduras diciendo que no hay pena de muerte y ellos mismos sentencian a muerte al inocente, no pueden estar con Dios”, puntualizó.
Guerra entre Rusia y Ucrania
Por otra parte, se refirió al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania manifestado que hay gente inconsciente que está hablando de la posibilidad de una tercera guerra mundial.
“No, eso no hay que ni siquiera mencionarlo, es el colmo de la irracionalidad. Nada puede justificar una guerra porque somos seres racionales y la fuerza de la verdad y justicia no se puede imponer con la fuerza de las armas y de la muerte”, externó.
“El Señor Jesús suplica por su pueblo, por todos nosotros, nos llama constantemente: acuérdense de mí, cambien de vida y enderecen los caminos torcidos”, finalizó.
