«Soy inocente de narcotráfico, aunque tengo otros pecados», dice el expresidente Pepe Lobo
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En el marco de la audiencia inicial en el Caso Pandora II, el expresidente hondureño Porfirio Lobo Sosa se presentó este viernes en la sede del Tribunal de Sentencia, donde enfrenta señalamientos por delitos de narcotráfico.
Ante los periodistas que cubren la fuente judicial, Lobo Sosa proclamó su inocencia en relación con los cargos de narcotráfico y admitió tener «otros pecados» como parte de su condición humana.
El exmandatario defendió su gestión, asegurando que durante su gobierno se persiguió a los narcotraficantes y se aprobó la Ley de Extradición. «Sé que no debo nada, no me pueden acusar de favorecer a ningún narcotraficante», enfatizó.
Lobo Sosa informó que se presentó en dos ocasiones ante el Ministerio Público para verificar si existían requerimientos en su contra por cargos de narcotráfico.
Además, reveló que su abogado en Estados Unidos está en contacto constante con la Fiscalía de ese país y expresó su disposición a someterse a cualquier investigación que esclarezca los señalamientos en su contra.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de que su hijo Fabio Lobo sea testigo en el juicio contra su sucesor presidencial, Juan Orlando Hernández, Lobo Sosa desconoció esta información, subrayando que no estaba al tanto de las actividades de su hijo.
Asimismo, se le preguntó sobre la conjetura de si el expresidente Hernández podría estar involucrado en la muerte de su otro hijo, Said Lobo Bonilla, a lo que respondió que no puede tirar rumores y expresó su deseo de que las autoridades investiguen a fondo las circunstancias de la tragedia.
Finalmente, Lobo Sosa confesó que durante la administración de Juan Orlando Hernández, su familia fue víctima de agresiones personales, denunciando un allanamiento ilegal en su residencia como parte de un proceso judicial contra su esposa Rosa Elena Bonilla.
