En una votación que contó con 179 votos a favor, tres más de la mayoría absoluta necesaria, el líder socialista Pedro Sánchez fue reelegido como presidente del Gobierno español por el Congreso este jueves. Este respaldo se materializó gracias al apoyo de partidos de izquierdas, independentistas, nacionalistas y regionalistas, con los cuales Sánchez había alcanzado acuerdos tras ser propuesto como candidato por el rey Felipe VI el pasado 3 de octubre.
Antes de la votación, Sánchez reivindicó la legitimidad de su investidura y llamó al conservador Partido Popular (PP), principal fuerza de la oposición, a aceptar su derrota. Destacó la constitucionalidad de su Gobierno al residir en el Parlamento la representación de los españoles, subrayando que su poder está limitado por las leyes y el mandato temporal.
La formalización de la designación de Sánchez como jefe del Ejecutivo será realizada por el rey Felipe VI, una vez que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, comunique la decisión de la Cámara, lo que se espera para el mismo día.
Tras dos sesiones de investidura marcadas por la aprobación de la amnistía a los independentistas catalanes, Sánchez inicia su tercer mandato como presidente del Gobierno español. Su desafío será mantener un equilibrio con las diversas formaciones que le brindaron su respaldo. Durante las intervenciones en el Congreso, Sánchez defendió la amnistía y presentó un programa basado en la concordia, los derechos sociales y la proyección internacional de España para la próxima legislatura.