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Rosamaria Merren, la actual directora de la institución sin fines de lucro llamada “RBC Insular», es un claro ejemplo del buen corazón. Pues gracias a ella, esta institución que ayuda a personas con capacidades especiales ha llegado a beneficiar a muchos isleños que realmente lo necesitan.
Su dedicación, desde que fue voluntaria hasta la fecha, han demostrado los frutos que ha cosechado la increíble mujer. Ella destaca que, ver a personas que comenzaron en silla de ruedas, luego pasaron a muletas y terminaron saliendo con sus propios pies por las puertas de RBC no tiene precio alguno.
“Siempre me ha gustado ayudar a las personas que más lo necesitan, entonces decidí asumir el reto.
Comencé a gestionar fondos para tener nuestro primer edificio de atención recuerdo muy bien”, dijo muy feliz al recordar sus inicios en RBC. “Me encantó el proyecto, ya que en Roatán no había una institución que se dedicara dar atención física a estas personas” añadió Rosamaria Merren.
También comenta que eso fue lo principal que la motivó a formar parte de RBC, ya que a través de RBC podría lo que más le apasiona, ayudar a los demás. Ver el rosto de tantos niños que han llegado frente a ella, así como a los adultos. Han convertido su corazón más sensible, Por lo que cruzarse brazos nunca ha sido una opción en su vida.
Así mismo detalló que, a pesar de las limitantes que aún se presentan en RBC, Rosamaria Merren nunca tiene un «no» por respuesta. Cada día se despierta pensando en cómo seguir y llegar a más personas. De ese modo se propuso el reto de construir un nuevo edificio, que promete brindar mejores atenciones y con un ambiente más beneficioso para quienes lo necesitan.
“Recuerdo que cuando propuse construir un nuevo edificio me llamaron loca, porque el valor de la construcción era muy alto. Y como saben nosotros no manejamos fondos, entonces el proyecto parecía inalcanzable porque nosotros no manejamos fondos. Ahora pueden ver, ya nuestro nuevo edificio está muy avanzado y asi seguiremos luchando hasta lograr terminarlo”, añadió Merren.
«Quiero que sea un legado para mis hijos»
Merren ha inculcado el valor de la empatia y el hacer el bien a los demás a sus hijos, por lo que espera que sus hijs un dia sean quienes extienden la mano en ayuda. Pues nobleza y empatía por las personas ha hecho que muchas instituciones le muestren la importancia que realmente merece RBC.
Ella misma comenta que cada alianza y cada proyecto que realiza lo hace pensando en todas esas personas que dependen de su ayuda.
«A futuro espero que todas las personas de Roatán y Santos Guardiola conozcan que es RBC. Así mismo que se posiciones como otras instituciones que se han hecho famosas por la labor que hacen. No que solamente se conozca a nivel local sino a nivel de país y por qué no internacional. Que la gente sepa que venir qui van a recibir una ayuda y una esperanza”, dijo con mucha ilusión.
“Dejémonos de prejuicios”
Rosamaria invita a los isleños a dejar a un lado los prejuicios y a comenzar a fomentar la inclusión con todas las personas. Invitando a todos a formar parte de RBC, extender su mano cuando se realicen actividades para la institución. Pensando que, se le está haciendo el bien a un hermano que lo necesita.
“No nos den la espalda o nos critiquen diciendo que los ingresos no son para lo que se dice. Déjense de prejuicios porque esta institución se debe amar asi como yo la amo, porque nace aquí en la isla y es de todos nosotros”, finalizó
