Retraso en la salida de barcos camaroneros en Roatán provoca pérdidas millonarias
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El sector camaronero en Roatán, Islas de la Bahía, enfrenta un futuro sombrío debido a los retrasos en la salida de sus barcos, lo que ha ocasionado pérdidas millonarias. Ricardo Merren, ex presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Islas de la Bahía (CCIIB) y expresidente de la Zona Libre Turística de Islas de la Bahía , ha señalado que uno de los principales factores detrás de esta crisis es la demora en los trámites de permisos necesarios para la pesca.
«Hay muchos puntos que se pueden enumerar, pero uno de los más importantes es el atraso en el trámite de los permisos. Esto afecta la agilidad de los mismos para que puedan estar efectivos y disponibles para salir al mar. Otro problema es la aprobación de la institución del estado encargada de la pesca, que debe dar el visto bueno para que los barcos puedan salir a pescar», expresó Merren.
Además de los problemas burocráticos, Merren destacó que las condiciones meteorológicas también juegan un papel crucial en el sector camaronero. «Recordemos que todo se mueve de acuerdo al movimiento de las lluvias en Tierra Firme. Las lluvias comenzaron a principios de agosto, y esto afecta la presencia de camarones en los arrecifes. Pues parte del producto migra hacia Nicaragua», explicó. La falta de producto en los lugares habituales de pesca ha complicado aún más la situación para los pescadores de Roatán.
La crisis no solo se limita a la falta de producto; las implicaciones económicas para los empresarios camaroneros son significativas. «Sin considerar los niveles de obligaciones que los empresarios contraen con la banca y el sector comercial, tienen que sacar préstamos para mantener su maquinaria y equipos al día. Además de contratar personal capacitado y adquirir el stock necesario para el mantenimiento en altamar. Si una pieza de equipo se daña, no pueden regresar rápidamente, lo que agrava aún más la situación», detalló Merren.
Ante la falta de permisos y la imposibilidad de salir a pescar, las perspectivas para el resto del año no son alentadoras. «No se avizora un buen resto del año en términos de capturas de producto, ni de generación de ingresos que permitan pagar sus obligaciones financieras y operativas. El futuro se presenta bastante sombrío», concluyó.
Esta situación ha encendido las alarmas en el sector camaronero de Roatán, un rubro vital para la economía local que ahora enfrenta un desafío complejo que requiere acciones inmediatas tanto del gobierno como de las instituciones relacionadas con la pesca.
