Reserva Biológica Uyuca: nicho de investigación en Honduras

Uyuca, Francisco Morazán

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A 15 kilómetros de Tegucigalpa, carretera a Danlí, en el departamento de Francisco Morazán se encuentra la Reserva Biológica Uyuca (RBU); sitio dedicado a la investigación y educación de la flora y fauna del territorio hondureño.

La Reserva Uyuca es una pequeña área protegida que está a cargo del Departamento de Ambiente y Desarrollo (DAD) de la Escuela Agrícola Panamericana «El Zamorano» (EAP). La universidad ha estado a cargo de la RBU desde 1985, cuando el Estado de Honduras le confió esta tarea.

La reserva está situada a 1700 metros sobre el nivel del mar y cuenta con dos áreas delimitadas que son la zona de reserva biológica; comprendida en 237 hectáreas; y la zona forestal protegida, con 579 hectáreas.

La zona de amortiguamiento es un lugar donde se puede construir, habitar y hasta hacer algunos sembradillos.

En la zona núcleo se concentran los árboles más antiguos, la fauna y la flora que se encuentra en el lugar.

Entre los servicios que presta la reserva podemos mencionar: el abastecimiento de agua, la regulación del microclima, la captura de carbono, la belleza escénica y otros potenciales ecosistémicos que son fundamentales para el sistema de vida de la población humana.

Historia

En 1948 el doctor Wilson Popenoe, primer director de la EAP, elaboró un escrito donde manifestaba que debido a la deforestación producida por la urbanización y la ganadería de muchas áreas boscosas del Valle de Yeguare, el bosque nuboso en Uyuca, propiedad de EAP, sería destinada como reserva biológica debido a la rareza de estos bosques en el país.

Gracias a ello, el Cerro de Uyuca fue declarado y delimitado bajo el mandato de José Simón Azcona mediante los acuerdos ejecutivos números 1348 del 10 de octubre de 1984, y 1853 del 23 de septiembre de 1985 como reserva biológica, con una extensión superficial de 904 hectáreas, y el 8 de enero de 1986 se publicó en el Diario Oficial La Gaceta el Decreto Número 211–85, mediante el cual se creó la Zona Forestal Protegida del Cerro Uyuca.

Agua

Se pueden mencionar muchos aspectos que hacen importante a la reserva biológica, pero de todos ellos, el más importante es el agua, debido a que beneficia a las municipalidades de Tatumbla, San Antonio de Oriente y a todas sus aldeas ya que diariamente la RBU genera aproximadamente 3.6 millones de litros de agua.

Su condición de bosque nuboso favorece a los recursos hídricos mediante la captura de lluvia horizontal; el bosque por medio de las hojas y bromelias captura el líquido y cae mediante gotas, lo que evita la erosión del suelo.

Dicha agua llega al suelo y subsuelo que mantiene lleno los acuíferos subterráneos, estos a su vez mantienen el flujo de los manantiales y ríos que bañan a las comunidades aledañas.

Un estudio de lluvia horizontal realizado por estudiantes de El Zamorano arrojó datos que dicen que en la RBU se capta más agua en épocas secas que en lluviosas.

Este ciclo de la reserva es muy importante para el ecosistema, debido a que la mayoría de los bosques aledaños han sido tan afectados por la mano del hombre que han perdido su función cómo proveedores de agua, lo que hace que la población dependa más de esta área protegida.

El problema es aún mayor cuando se mira el ciclo que produce la perdida de los bosques, pues al no haberlos el flujo del agua se ve recortado, lo que conlleva a que la biodiversidad de las plantas se pierda en algunas zonas, haciendo que la población animal decrezca. Uno de los animales que se ha visto afectado por este problema es la musaraña Cryptotis hondurensis, especie endémica del país.

Preservación de la reserva

Debido al crecimiento poblacional que ha tenido el país en las últimas décadas, los recursos naturales han venido disminuyendo por la mala preservación que se les ha dado. Lamentablemente la Reserva Uyuca no se ha visto exenta de la mano criminal del hombre y de muchos factores que  han contribuido significativamente al deterioro de la zona.

Flora

En la Reserva Biológica Uyuca existen tres tipos de comunidades vegetales, el bosque latifoliado maduro, los bosques mixtos y los relativamente puros dominados por pinabete, además de bosques secundarios en diferentes fases de sucesión. En el bosque latifoliado de Uyuca existe una gran variedad y riqueza de especies de bromelias y epífitas que constituyen hábitats de importancia para otras especies de flora y fauna.

El nombre de estas plantas y árboles se recopiló en una lista de la RBU que está bajo alguna categoría de conservación: Fuente Ceiba.

Especies de plantas de la lista recopilada para la Reserva Biológica Uyuca, Honduras, bajo alguna categoría de conservación.

En la RBU se han enlistado 562 especies distribuidas en 113 familias. Del total de especies reportadas, se encuentran ocho especies endémicas de Honduras, una de Mesoamérica y cuatro en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) por sus siglas en ingles.

La presencia de pinos es tan grande en la reserva que cubre 107 hectáreas, equivalentes al 45 % de esta. El bosque latifoliado cubre 52 hectáreas. En algunas áreas se pueden observar maderos con alturas superiores a los 40 metros, que fácilmente podrían oscilar en la edad de 200 años. La segunda especie es Quercus benthamii. Aproximadamente 50% de la estructura de la comunidad es de cinco especies: P. americana var nubigena, Q. benthamii, Ardisia venosa, Q. bumelioides y Miconia theaezans.

Dependiendo de la dirección del viento, sea esta barlovento o sotavento se puede encontrar  algunas características en los troncos y copas de los árboles. En las laderas a barlovento, debido a las nubes o neblinas y a la alta humedad relativa del aire, los árboles tienen bastantes epífitas; principalmente bromelias, orquídeas, musgos, líquenes y helechos.

El tercer lugar tenemos al bosque secundario de hoja ancha como el roble y el encino; no obstante, podemos encontrar: palo de agua, achiotillo, mora, álamo, mozote, entre otros.

Orquídea

En el 2004 el fotógrafo Arturo Sosa se aventuró a la Reserva de Uyuca para documentar orquídeas debido a que lanzaría un libro titulado “Eterna Belleza”. Al terminar su trabajo se dispuso a llevar las fotografías al ingeniero José Linares, encargado en ese entonces del herbario de la Universidad Zamorano, para que le ayudara con la descripción taxonómica de las orquídeas.

Tal fue la sorpresa que el ingeniero Linares le expresó al fotógrafo que una de esas fotos correspondía a la orquídea Eltroplectris rosealba, especie nunca antes registrada en Honduras.

Tanto en la zona núcleo como de amortiguamiento se pueden encontrar orquídeas terrestres y epífitas, siendo estas últimas más numerosas; y si se hace la comparación de cantidad en bosques latifoliados y de Pinus maximoi se puede concluir que existe más variedad y cantidad en los latifoliados.

Un estudio realizado arrojó como resultado que en la reserva existen alrededor de 43 especies, siendo Arpophyllum spicatum y Stelis párvula las de mayor peso ecológico. En el bosque latifoliado y el de pino, la mayoría de las especies de orquídeas fueron encontradas principalmente en las copas de los árboles.

Fauna

La Reserva Biológica Uyuca alberga varios tipos de especies: como anfibios, reptiles y mamíferos, pero son los insectos y las aves las que más presencia mantienen en la zona.

El puma es uno de los diversos mamíferos que habitan en la RBU.

Si se habla de mamíferos se puede decir que la RBU alberga 76 especies, siendo los murciélagos los seres más numerosos con 35 especies. También se han visto pizotes, micos de noche, lepasil, venados, ratón de patas blancas, comadreja, guazalo y la musaraña Cryptotis hondurensis.

También se pueden encontrar 16 especies de anfibios y 10 especies de reptiles, que representan el 7% de toda la herpetofauna (rama de la zoología que estudia anfibios y reptiles) de Honduras.

Se han observado 168 especies de aves, que representan aproximadamente el 23% de todas las especies de aves que habitan en Honduras.

Especies de aves de la Reserva Biológica Uyuca incluidas en las listas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) o la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

Estas especies están en las listas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Fuente: Ceiba.

Rana lenca

La Lithobates lenca o Rana lenca es un anfibio endémico de Honduras que fue descubierto hace unos años en los bosques del país. En la Reserva Biológica Uyuca se encuentra la población más saludable en cuestión de números. Su hábitat en la RBU es una laguna que crece en inverno y decrece en verano.

Cuando se descubrió la especie se pensaba que era un híbrido entre una especie de rana del Pacífico y otra que se encuentra en la vertiente del Atlántico por su variabilidad en tonalidad y por los patrones que estas comparten.

A pesar de que la especie de la rana leopardo americana se encuentra en Norteamérica y Centroamérica, su taxonomía (ciencia que da clasificación a las especies) sigue sin resolverse. Esto toma más veracidad en las el país debido a dos especies nominales que se han considerado híbridos entre la Rana brownorum; que habita zonas montañosas bajas y la Forreri; que habita zonas montañosas que no son bajas.

Para descartar esta posibilidad se le realizó un examen genético, que reveló que las tres especies son totalmente distintas.

Los ejemplares que se han estudiado mayormente son de la reserva, aunque también se sabe que habitan en Intibucá y en el Parque Nacional Celaque. Aunque la especie no está amenazada se sabe que su hábitat es cercano a los estanques permanentes libres de peces.

Fundación Phantera

Luego de que la EAP firmara un convenio con Fundación Panthera en el 2014, se instalaron cámaras trampa en la reserva, logrando captar al puma, segundo felino más grande del continente americano.

Las cámaras se posicionaron estratégicamente en zonas profundas de la RBU. Al revisarlas luego de varios meses se constató que especies como tigrillos, venados cola blanca, coyotes y pumas habitan la zona.

Debido a lo pequeño de la reserva no se esperaba que felinos como el puma habitaran la montaña. Su presencia solo se debe a que la reserva representa un corredor biológico, en donde muchas especies silvestres la ven como refugio.

Investigaciones

Muchos estudios se han realizado en RBU, entre ella se pueden mencionar de polillas, roedores, plantas y helechos; en esa última se puede destacar la que está llevando a cabo Johan Reyes, Investigador del Centro Zamorano de Biodiversidad.

“Hay dos investigaciones anteriores. La primera documentó 31 especies y se hizo como una tesina corta. Entre 2017 y 2018 vino otro estudiante, hizo otra tesis  y se documentaron 77 especies. Todas estas investigaciones se hicieron sin una metodología definida: fueron caminatas observando y colectando las especies y este es el cambio que le queremos dar” dijo el investigador.

El método de investigación que se utilizará es el de las parcelas, que tiene el potencial de determinar un nivel más amplio de especies de helechos que radican en la RBU.

“Vamos a hacer parcelas representando los diferentes tipos de hábitat que podemos encontrar en Uyuca y con esa cantidad de parcelas hacer una curva de acumulación que nos permitirá ver la posibilidad de encontrar más especies. Si en la primera parcela encontramos 10 especies y en la siguiente 15 de las cuales siete eran diferentes es probable que en la siguiente  parcela sigamos acumulando especies que no se han registrado en estas dos iniciales; y así sucesivamente. Con eso vamos viendo como se van acumulando las especies y al final haciendo una gran cantidad de parcelas nosotros podemos definir si faltan especies por descubrir o si se sabe la cantidad que existen.”; expresó.

La investigación tiene un avance del 30% debido a que Johan Reyes no se ha dedicado exclusivamente a ella. Ha colaborado con el área de mantenimiento, trabajado en el Herbario de El Zamorano, y en documentación y clasificación de otras especies de helechos de otras zonas del país; por lo que se espera que en los próximos tres meses ya esté totalmente culminada la investigación y se pueda empezar a redactar el artículo que dirá cuántas especies de helechos tiene Uyuca  y qué factores intervienen en su distribución en la reserva.

“La investigación empezó hace dos meses y aunque es poco tiempo la investigación va a buen paso. Se han realizado 10 parcelas, lo cual es un número muy bajo para lo que se espera, sin embargo, considerando las inclinaciones que hay en la zona se ha tenido que buscar ubicaciones propicias para realizar el proyecto” indicó Reyes.

La investigación será publicada en la revista científica Ceiba de la Escuela Agrícola ya que son comanejadores y compete a la institución.

Helechos

“Hay 77 especies de helechos en Uyuca. He encontrado varios registros para la reserva, especies que, aunque podrían ser comunes en otros lugares aquí no se habían documentado”; dijo Johan a Diario Roatán.

En el 2011 se encontró en la zona baja de la montaña una nueva especie del género “Sticherus”.

“Esto no lo hicieron hondureños. Un grupo de investigadores encontraron la especie, mandaron una muestra hacia un especialista extranjero, vino al país y observó la especie identificándola como nueva, de tipo “Sticherus albus de la montaña de Uyuca”; y aunque el registro se hizo de un helecho se han encontrado otras especies o nuevos registros para el país en otras disciplinas de la biología”: expresó Reyes.

Registro

Si bien hacer el registro de una nueva especie es algo fácil, su proceso es algo complejo, ya que como puede durar dos días puede durar 50 años o más.

Para comenzar las especies se registran siempre con un ejemplar; si son plantas es uno herbario y si son animales es uno de museo.

Se toma una muestra que debe contener todos los estándares; si es una planta con flor el ejemplar se pone con flor y fruto. Se colecta la muestra, se seca en prensas especiales y se prepara.

Hecho esto se investiga qué planta es, luego se determina, se clasifica el material y se revisa que la planta no esté reportada en libros o investigaciones nacionales y extranjeras.

Si no se encuentran registros la muestra se lleva a un herbario para futuras referencias. Si hay un registro la población como tal debe poder acceder a él. Luego de un tiempo se escribe una publicación, se menciona dónde está la planta y se le asigna un código para que de esa forma futuras generaciones sepan el lugar donde fue encontrada.

“Esto sirve para saber la distribución de la planta porque hay especies que solo se encuentran en algunos países, y dentro de esos países solo se encuentran en determinadas regiones”; manifestó el investigador Johan.

Preparación

Para que una planta pueda ser llevada a un herbario se debe recolectar manteniendo sus hojas, tallo y flores. Sin embargo, para los helechos y orquídeas es necesario colectarlas con la raíz.

Los ejemplares deberán tener un tamaño de 30 cm, pero si estas son muy grandes deben dividirse en partes para que se ajusten a un tipo de hoja de papel ya definido. En cambio, si la muestra es pequeña deberán de recolectarse varias muestras.

A los ejemplares recolectados se le asignará una etiqueta que llevará el número de colección que deberá coincidir con las notas hechas en campo. En el caso de helechos y raíces se le quitará la tierra de las raíces.

Cada planta deberá contener los datos:

  • Número de colecta.
  • Nombre común de la planta.
  • Localidad donde se colectó
  • Fecha de colecta: día, mes y año.

También se describe el clima y la altitud del lugar. Luego se prensa el mismo día lo más exacto a su estado natural.

Esto se realiza para que su proceso de degradación culmine, se lleva al herbario y se clasifica. Culminado esto se hace una ficha de campo que exprese que día se recolectó, las características que tenía la planta en campo y se menciona las coordenadas (sacadas en GPS) si es posible.

Parque nacional y reserva biológica

Para cualquier persona los términos “reserva biológica” y “parque nacional» pueden ser lo mismo. Lo cierto es que un parque nacional está destinado para el turismo y una reserva biológica es netamente para investigaciones científicas y estudiantiles.

Aclarado esto se puede hacer una comparación entre el Parque Nacional La Tigra y la Reserva Biológica Uyuca.

  • La Tigra tiene una extensión de 23,826 hectáreas; de las cuales 7,571 es zona núcleo y 16.255 ha es zona de amortiguamiento. Mientras que la RBU solo cuenta con 816 hectáreas; 237 de zona núcleo y 579 de zona de amortiguamiento.
  • La Reserva Uyuca abastece de agua a los municipios de Tatumbla y San Antonio de Oriente; mientras que La Tigra abastece el 100% de su agua a Tegucigalpa, que cubre el 25% de la demanda total de la ciudad.
  • El punto más alto de la RBU está a 1700 msnm. El de La Tigra se sitúa a 2290.
  • En la RBU se pueden diferenciar tres tipos de comunidades vegetales, el bosque latifoliado maduro, los bosques mixtos y los relativamente puros dominados por pinabete. En La Tigra hay Sistema Agropecuario, Bosque tropical siempre verde estacional aciculifoliado montano inferior, Bosque tropical siempre verde estacional mixto montano inferior y Bosque tropical siempre verde estacional latifoliado montano superior.
  • Según la clasificación de zonas de vida del sistema de Holdridge en la RBU existen tres zonas de vida: Bosque muy húmedo montano bajo subtropical (bmh-MBS), la cual está rodeada por el Bosque húmedo montano bajo subtropical (bh-MBS) y Bosque húmedo subtropical (bh-S). En La Tigra existe el Bosque seco subtropical (bs-ST), Bosque húmedo subtropical (bh-ST) y Bosque húmedo montano bajo (bh-MB).

Giuseppe Santana/Diario Roatán

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