En primer lugar, explicaremos la función de la glándula tiroides. Es la encargada de producir hormonas que controlan cómo cada célula usa la energía. A este proceso se le denomina metabolismo. Por su parte, el hipotálamo y la glándula pituitaria son los encargados de controlar la secreción normal de hormonas tiroideas. Cuando no se ejecutan bien estas funciones, aparecen desórdenes, como el hipotiroidismo.
Este trastorno es más común en mujeres y personas mayores de 50 años y consiste en la disminución de los niveles de hormonas tiroideas en el plasma sanguíneo. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. se asocia con síntomas como:
el cansancio y el agotamiento o la debilidad muscular
la sensación de frío
aumento o disminución de peso inexplicable y ansiedad
depresión u otros desequilibrios emocionales
Alimentación para el hipotiroidismo
Si padeces o sospechas que puedes padecer hipotiroidismo, lo primero que debes hacer es consultar con un profesional de la salud para que te asesore. La Fundación Española del Corazón señala que, si bien no existe una dieta específica para el hipotiroidismo, si es posible que el médico recomiende el consumo de algunos alimentos en caso de deficiencia de yodo, entre ellos:
Perejil
Huevos
Ajo (rico en yodo y selenio)
Jengibre
Albaricoques
Plátanos
Almendras
Berros
Pepinos
Guisantes
Manzanas
Higos
Sal yodada o sal marina
Alimentos marinos y algas ricos en yodo como las algas kelp, fucus, espirulina
Pescados
Mariscos
Posiblemente, nos cueste tomar las algas, por lo tanto podríamos optar por consumirlas en comprimidos. Además, recomendamos que sean ecológicas para que no contengan sustancias tóxicas. En realidad, parece que las algas no solo nos aportan yodo, sino también muchos otros minerales y aminoácidos esenciales que serían beneficiosos para nuestro organismo.
También, otra opción sería prepararnos nosotros mismos una sal de algas. Así, deberíamos moler o pasar por el mortero sal marina y las algas que escojamos, además de algunas hierbas aromáticas. Después, lo mezclamos todo y lo guardamos bien cerrado. La sal actuará como conservante. Luego, podremos utilizarla de la misma manera que la sal normal a la hora de condimentar sopas, guisos, etc.