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Las exportaciones hondureñas de café están concentradas en más del 50 por ciento en el mercado europeo, extremo que despierta temor dado el conflicto ruso ucraniano que podría expandirse y afectar con menos demando o caída de precios.
Desde que explotó la primera bomba rusa en suelo de Ucrania, la noche del 24 de febrero, las cotizaciones de materias primas o “comodities” fueron sacudidas en todas direcciones.
El café desde comienzos de febrero empezó a deslizarse, hasta perder alrededor de 36 dólares en las últimas semanas, ayer cerró con una leve recuperación de 228 dólares el quintal. Esto se debe a jugadas especulativas de los fondos de inversión, considera Miguel Pon, presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Honduras.
“Es un efecto negativo o un impacto directo sobre el café”, esto dice poco sobre lo que podría venir, pero lo que está claro es el efecto “volatilidad” en los mercados, sostiene. “Si se ve a cortísimo plazo, pues si es una tendencia a la baja”, reconoce.
“Es una caída de 36 dólares desde el 9 de febrero. A qué se debe, pues a movimientos especulativos en los intercambios o la bolsa como se conoce; es decir, fondos de inversión que están liquidando comisiones, vendiendo café para poner el café en otro tipo de comoditi o producto. Es lo que está sucediendo con el café”.
El análisis del impacto del enfrentamiento bélico donde sí arroja luces claras, es en que el aumento en los fertilizantes impactará la próxima cosecha con precios elevados, ya que Rusia y Ucrania son grandes productores de nitrogenados o urea que requiere de gas natural en su proceso de industrialización.
Aumentos en la logística o transporte del aromático a los principales mercados y menor demanda por alzas inflacionarias en los destinos del café hondureño también son dos impactos indirectos más por la guerra, señala.
“A título personal, es lo que he estado analizando; menos ingresos para el consumidor, eso significa que va a gastar menos en café”, agrega, ya que se esperan alzas desmesuradas en los precios de los combustibles, no solo en Europa y Estados Unidos, sino también a nivel mundial.
Podría suceder que los importadores se vayan a comprar grano de menor calidad para bajarle el precio al consumidor final, que se verá afectada su bolsa con precios de gas natural y gasolinas encarecidas por esta guerra, visualizan los expertos del rubro cafetalero.
