El pasado 14 de agosto, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que el resurgimiento de Mpox en la República Democrática del Congo y en un número creciente de países de África, constituye una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII) (1).
Al respecto, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, señaló que la decisión se relaciona con el deber de «prepararnos para detectar la posible llegada y esa capacidad de detección implica una declaración de alerta sanitaria que en este momento está en la Contraloría, para disponer de todas las medidas administrativas y de las capacidades en caso de detectar casos».
Cabe mencionar que, según la OMS, la Mpox clado 1B, sería menos contagiosa, pero más mortal, con una tasa de decesos entre el 3% y 4% en comparación al 0,1% de clado 2, la anterior cepa.
Desde el escenario nacional, Chile cuenta con una vacuna de dos dosis disponibles para cierto grupo objetivo, con el fin de prevenir los contagios.
Frente a esta alerta sanitaria, la infectóloga Claudia Cortés, past presidenta de la Sociedad Chilena de Infectología, señaló que si bien no tiene posibilidades de convertirse en una pandemia como la COVID-19, «la enfermedad sí podría llegar a nuestro territorio en el corto plazo», por lo que la profesional insta a la población de riesgo a vacunarse [2].
«Quienes se tienen que vacunar hoy son los usuarios de profilaxis o PREP, personas que viven con VIH, los trabajadores sexuales, clientes y parejas, además de quienes tengan contacto sexual o íntimo con distintas personas y las que no tengan una pareja estable», detalla.