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Desde este día se crea la nueva Fuerza Nacional de Seguridad del Transporte Urbano (FNSTU), cuyo objetivo es combatir el flagelo del crimen de maras y pandillas en contra de la población y en especial contra los motoristas y ayudantes del rubro.
“Al mundo criminal quiero decirle: esto ya comenzó, esto no se detiene; pueden sacar un video, dos, tres, pueden llamar y hacer esto y lo otro, pero el pueblo hondureño sabe que merece vivir en paz y tranquilidad y para eso decidimos hace mucho tiempo arriesgarlo todo porque ese es el deber nuestro”, manifestó.
Reafirmó que en este momento “solo tiene dos opciones Honduras: o quedarse quieto y seguir haciendo lo mismo, o redoblar esfuerzos. Y donde se agreda, y donde se genere terror, y donde se suplante al Estado para abusar del pueblo hondureño, allí debe estar la institucionalidad para poner orden y capturar hasta al último de los miembros de cada banda, mara o pandilla y ponerlo ante los tribunales”.
Uso de la fuerza
El gobernante también advirtió que “si en ese proceso es necesario, bajo los protocolos que ya saben nuestros operadores de justicia, hacer uso de la fuerza, están totalmente legitimados para hacer uso de la fuerza”.
Indicó que deben hacer lo que se tenga que hacer para que prevalezca el Estado de Derecho, y eso es cuidar a los ciudadanos, y ese es el compromiso.
Expuso que es necesario destacar algo no visto antes: “el compromiso de los alcaldes de apoyar; ellos saben que si mejoran la economía, mejoran sus municipios, e incluso hay ahora maestros que hablan de trabajar en conjunto para afianzar principios y valores en los niños”.
En ese mismo trabajo quieren participar, iglesias, artistas, deportistas; “todos debemos trabajar juntos porque nadie quiere vivir en zozobra toda su vida, porque todos pensamos en cómo van a quedar hijos o nietos y nadie quiere que sus familias pasen por tragedias”, señaló.
Hernández refirió que el problema de la inseguridad no se resuelve con buenos deseos, sino que “es con una voluntad clara y firme”.
Llamado a ONU y a OEA
El mandatario afirmó que “el principal propósito de un Estado es cuidar a su gente, es que se respete el derecho a la vida, al trabajo, a la educación y a la salud, porque en esta situación que hemos vivido han estado maltrechos todos los derechos elementales de la sociedad”.
Hernández reafirmó su llamado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la Organización de Estados Americanos (OEA) en relación con los derechos humanos de las víctimas de la delincuencia.
“Es cierto, la doctrina de los Derechos Humanos indica que si alguien del Estado excede de manera violenta (vulnera) los derechos humanos de los seres humanos; entonces, ¿cómo se debe llamar a los relatos que nos acaban de hacer en Guayape, Olancho?”, sobre las acciones de la banda de Pedro Ojayme Ocampo Padilla (“Mito Padilla”) que operaba en ese sector.
Recordó cómo los delincuentes “agarraban a las niñas y las soltaban hasta que estaban embarazadas. ¿Es o no esa una vulneración a los derechos fundamentales?, ¿es una violación a derechos humanos o no?”.
Hernández recordó “cuando algunos miembros de la prensa preguntan a mareros si son responsables por las muertes por las que se les detienen, y responden: ´sí porque el barrio tal me ordenó´ o porque el liderazgo de otra mara lo ordenó”.
Al respecto, también preguntó si cuando “asesinan estos delincuentes, ¿no hay violación de derechos fundamentales?, ¿no es la vida un derecho fundamental?, ¿cómo le quieren llamar y por qué le dan tanta vuelta para no hablar claro? Y aquí ocurre también en el país”.
Expuso que lo que ha vivido el país “pocas naciones lo han vivido, y lo que Honduras ha avanzado pocas naciones lo han hecho de materia de seguridad, pero eso no es suficiente y tenemos que redoblar esfuerzos para que este país viva en paz y tranquilidad como lo merecemos los hondureños”.
Va a caer hasta el último
Hernández expuso que “se debe seguir en la lucha, debe caer hasta el último (delincuente) porque así tiene que ser y porque la gente ha estado aterrorizada; merece que se le libere de la esclavitud, de ese yugo, de ese terror”.
“Debe caer hasta el último y llevarse hasta los tribunales, como sucede en el Estado de Derecho; de esos vídeos hay montón pero siempre le pedimos a Dios que acompañe a Fusina y a sus miembros, que nos proteja a todos; el bien mayor es la vida de la gente, y de la gente más humilde y luchadora”, dijo.
Añadió que le gustaría que los medios de comunicación realizaran un trabajo de investigación para que se conozca cómo se reduce al mínimo la expresión de la dignidad humana; cómo los miembros de esa banda trataban a los ancianos, obligaban a cultivar la tierra para vivir de ellos; a las niñas, cómo las trataban”.
“No podemos ver a otro lado mientras suceden esas cosas en Honduras”, advirtió el presidente Hernández.
Refirió que se debe valorar la vida de la gente en el campo, “porque es tan hondureño el que vive en Guayape, o de cualquier otra aldea; tiene el mismo valor de la vida y la misma dignidad, y merecen la solidaridad y la atención del Estado”.