Piedad Córdoba asegura que llegó a Honduras para que «no dejaran por fuera» a empresarios colombianos

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La senadora oficialista colombiana, Piedad Córdoba, confesó que su detención en el aeropuerto de Palmerola por no declarar 68 mil dólares fue una arbitrariedad, ya que fue un pago que recibió de unos empresarios colombianos que estaban preocupados de que el gobierno de Xiomara Castro los “dejara por fuera” de sus negocios en Honduras.

A pesar que los hechos ocurrieron en mayo del 2022, no existe una versión oficial detallada del gobierno hondureño, hasta ahora. Sin embargo, en una entrevista a la Revista Semana de su país, la senadora relató recientemente los pormenores de su detención y la procedencia del dinero, sin precisar los nombres de los empresarios o si usó su influencia para recomendarlos con la presidenta hondureña o su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, con quienes se reunió en Casa Presidencial antes del escándalo.

En un principio, la visita de la senadora del Pacto Histórico, la agrupación de izquierda colombiana que lideró el ahora presidente Gustavo Preto, fue anunciada por la misma Casa Presidencial aduciendo que venía a reuniones políticas con mujeres y sectores de derechos humanos.

A su salida de Palmorala, fue retenida por agentes policiales, pero horas después fue liberada, dejando el dinero incautado y un caso pendiente por presunto lavado de activos, que sigue en el aire en el Ministerio Público. En su momento, la congresista dio varias versiones confusas en su país sobre el caso, sumándose esta otra relatada recientemente.

“Yo no fui a trabajar, no fui a nada con Xiomara ni con nadie, fui con los colombianos empresarios, a que les ayudara a identificar una especie de inversiones allá (en Honduras), aunque ellos ya estaban allá, yo creo que ellos sentían como cierto temor, porque ya había cambio de gobierno, que pronto los dejaron por fuera”, dijo la senadora.

“Yo fui con ellos mismos, no fui sola, yo lo que hice fue un trabajo, yo hago este trabajo y este trabajo vale tanto”, siguió relatando. “Luego nos cogió la noche en el hotel, porque el aeropuerto queda lejos, casi a una hora de Tegucigalpa, entonces, el tipo llegó con la plata, yo me la llevé, yo dije, yo declaro en el aeropuerto, pues, no lo pude contar”.

Una vez en el aeropuerto, “cuando yo fui a aclarar, se fue armando un tierrero, una cosa que yo no sé ni de dónde salió, yo estaba muy tranquila, ¿ustedes creen que yo soy tan boba que me va a llevar 62 mil USD (en el expediente oficial se dice que fueron 68 mil) en la maleta al escondite? no, lo voy a aclarar, cuando llevaba una maleta de mano y cuando yo fui a declarar, se fue armando una cosa ahí es más hay un antecedente usted recuerda que lo mismo le pasó a Zelaya (el expresidente tampoco declaró 18 mil dólares y el caso también quedó en el aire) exactamente lo mismo que me pasó a mí”.

Los periodistas le dijeron que 62 mil dólares era mucho dinero para una consultoría a lo que la congresista respondió: “Cobro eso y más, es que yo valgo y cuando a mí me preguntaron (por el dinero), yo dije me la entregó fulano y fulano y ellos se presentaron inmediatamente y dijeron sí nosotros le entregamos la plata”.

Con respecto a las justificaciones de los empresarios sobre el origen del dinero que le pagaron, dijo que “la plata salió de tal parte, o sea ellos, ya siguieron su trámite, yo no podía decir porque yo no tenía por qué esconder nada, si eso no era un ilícito si eso no era nada que estuviera por fuera de la ley”. 

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