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En uno de sus lugares favoritos en su casa, en el que ha hecho catarsis, impulsó la carrera musical de Mía y ahora también la de Nina; en donde desarrolla su más grande pasión: la música, Erik Rubín recibió a Quién. El cantante compartió la emoción por presentar el 24 de marzo, en la Plaza de Toros México, el concepto Norteño Machine.
«Lo disfruto mucho, me saca de mi área de confort y ya había tenido oportunidad de hacerlo con la Sonora Santanera, grabamos un track al lado de Sasha y de Benny, eso es lo que yo creo que me empujó a hacer todo esto, ver que la gente está abierta a escuchar este tipo de fusiones… ya no es mal visto, enriquece y nos saca a ambas partes de lo seguro», dijo Erik.
Rubín abundó en que ahora planteó este nuevo show, una vez más al lado de Benny Ibarra y con María León, al que se sumará Pablo Montero y el lanzamiento de un nuevo grupo; Venus: «Compuse uno de sus sencillos y es la primera vez que lo hago en regional mexicano, es muy interesante porque es música con la cual crecí».
Erik respira y recordó a aquel niño que creció en el rancho de sus abuelos, rodeado de su amor. «En Huamantla es la música que se escuchaba y se escucha. Me interesa compartir y empapar a mis hijas de estos sonidos que nos representan, metiéndole un sello personal a la parte de Cumbia y Norteño, para armar un show para entretener a la gente», abundó.
Erik… todo va a estar bien
En su lugar más seguro, Rubín abrió su corazón a la revista de farandura, Quién. Quienes lo cuestionaron acerca de lo importante de mantener un conexión familiar con sus abuelos, papás y con la que logró formar al lado de Andrea Legarreta, con quien tomó la decisión —aconsejada desde hace algunos años por varios terapeutas y tras pedir otra opinión experta— de poner una pausa a su relación.
«(Nuestra decisión) es algo que venimos trabajando ya hace tiempo, entonces, de alguna manera la hemos asimilado, pero la parte más complicada es hacerlo público porque algo tan bonito, que lo estamos haciendo desde el amor, se convierte en algo oscuro y turbio, lleno de teorías», expresó Erik, siempre tranquilo.
