Tegucigalpa, Honduras.
El entrenador del Bayern Múnich, Pep Guardiola, terminó de dirigir el partido con los pantalones rotos tras sufrir un incidente ocasionado por la euforia que lo caracteriza al ganar un partido, la cual no pudo soportar su ajustado pantalón.
Los hinchas del Múnich se quedaron sin garganta luego de gritar la victoria ( 6-1) contra el Oporto el martes.
Toda la euforia y algarabía también la disfrutó el técnico, a tal grado que el festejo de uno de los goles ocasionó la rotura de su vestimenta.
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