Mi peor historia, mi gran oportunidad fue el cáncer de mama

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Tegucigala, Honduras.

María de los Ángeles Mautone, una sobreviviente de cáncer de mama, nos platica su historia, un testimonio de lucha que refleja que aún en los peores momentos, la vida es hermosa.
Pero, ¿cómo sobrevivió al cáncer de mama?, ¿qué puede aconsejar a quienes son diagnosticadas con cáncer?, ¿Cómo la familia ayuda en el tratamiento?

María de los Ángeles, conocida como Marielos, es una mujer extrovertida, alegre, dinámica, muy estimada por sus compañeros del técnico aduanero; desde hace más de 20 años trabaja en la Dirección Ejecutiva de Ingresos y nunca se ha visto involucrada en faltas o acciones irregulares, su tiempo libre lo comparte con su familia y en la práctica al deporte, (el fútbol, pasión de multitudes).

¿Sabía algo del cáncer ó tenía alguna idea?

Si sabía de la enfermedad, pero jamás me había preocupado para nada, yo empecé a preocuparme cuando mi abuela fallece de cáncer dos meses antes que a mí se me diagnosticara.

¿Cuándo se da cuenta que tiene cáncer?

Por accidente y a través de un chequeo rutinario de ultrasonido de mama me encontré con este problema.

¿Quién se lo dijo?

Un día mi tía y mi madre, de repente me dicen que los resultados de los análisis indican que en una de mis mamas hay una masa rara y que los doctores dicen que es maligna, que puede ser cáncer…fue un shock, un impacto profundo

¿Qué pensó, qué fue lo primero que se le vino en la mente?

Lo primero que imagine fue que me iba a morir, sólo quien lo vive, sabe que es una pesadilla; la vida me cambió, ya no tenía tiempo para hacer lo que había planeado, me preguntaba qué iba a pasar con mi madre si se quedaba sola, todo me daba vueltas, no sabía qué hacer, de repente mis sueños, mis metas, mis ideas, mis compromisos se vieron paralizados.

¿Qué le dijo su madre?

Que tenía que tomar una decisión pronto y empezar hacerme los estudios y chequeos que necesitaba, para que se extrajera la masa lo más pronto posible.

¿En qué momento de su vida llegó esa noticia?

Hoy puedo decir que en el mejor momento de mi vida, porque aprendí que uno no tiene que desmayar jamás y que las adversidades son para fortalecernos, mirar hacia adelante y disfrutar de los afectos.

¿Qué decisión tomó?

Empecé a pedirle dirección a Dios, mi cuarto fue el mejor lugar para conversar, le pedía que me diera orientación, que me ayudará, pues muchas personas me aconsejaban que no me sometiera al tratamiento, que eso me iba a matar, que el pelo se me iba a caer y que me iban a quitar el seno, todo eso en verdad sucede, pero es necesario hacerlo para seguir viviendo, lo estético en esos momentos de la vida, es lo de menos, se lo puedo asegurar.

¿Su madre como actuó con usted, siendo la única hija mujer?

Mi madre una mujer de temple, siempre fue optimista y se convirtió en mi mejor amiga, mi paño de lágrimas, ella siempre me dijo que debía recibir el tratamiento, me convenció que necesitaba ser tratada por los especialistas.

Era una lucha no sólo con la enfermedad, sino también con la depresión y la pérdida de confianza, me deprimí enormemente, le decía a mi madre que mi abuela había muerto de cáncer de hígado hacía dos meses y que yo también me iba a morir.

Mi mamá me convenció que debíamos ir al hospital oncológico Emma Romeo de Callejas.

Antes de decidir el tratamiento, Dios me guió y me orientó, fue el principio del mejor momento con mi Padre Eterno, desde entonces camino bajo su orientación y voluntad.

Me sometí a mi primera, segunda, tercera, cuarta y muchas más quimioterapias, y también a radioterapias, todo iba conjuntamente, mi pelo se empezó a caer y para no seguir sufriendo por el problema de la cabellera, decidí raparme, la primera vez que me vi al espejo me dio pánico y llore casi toda la noche, tenía que aceptarlo, ya nada iba ser igual.

Creo que me afectó más verme sin pelo que las mismas quimios y radiaciones. Mi mamá me llevaba al hospital a recibir el tratamiento, fue una experiencia imaginable, pero necesaria para mi vida.

Después de las quimioterapias sentía los efectos, pero mi mente era más fuerte y trabajaba, me encerraba y oraba a Dios, fueron los momentos más íntimos con Dios, yo decía es la sangre de Cristo la que está entrando y me está limpiando las venas. Mi fe, mi valentía y mi confianza en Dios me ayudaron a superarlo.

+ En total me realizaron ocho quimioterapias y 25 radiaciones, con cada una viví una experiencia, mi familia me ayudaba a que fueran menos tormentosas, de mi madre recibí el más cálido, sincero y amoroso apoyo, que Dios la guarde en cielo.

La segunda vez que me operaron fue para extraerme un seno; con la primera operación me extrajeron la masa y me hicieron la bioxia, ahí se determinó que había que hacer la extracción.

En todo el tratamiento, siempre confiando en Dios, que Él me iba ayudar a soportar todo, porque era tan fuerte, tan intenso.

En un año viví lo que nunca imagine vivir, después el pelo empezó a crecer, los especialistas me dijeron que se suspendía el tratamiento de las quimios y las radiaciones y que podía continuar con otros medicamentos, sin dejar de examinarme periódicamente.
Desde entonces he venido haciéndome todo tipo de análisis, día a día estoy pendiente de mi cuerpo y de mi salud.

De todo lo que viví, le doy gracias a Dios, todo tiene un propósito, nada pasa por casualidad, Él me enseño a ver la vida diferente, en tener esperanza y tener fe y en creer que nada es posible sin su ayuda.

¿A las personas que en este momento se les ha diagnosticado cáncer de mama… qué les puede decir?

Que tengan esperanzas, que tengan dominio propio, que se sometan al tratamiento que les indica el especialista, se puede sobrevivir, todo es cuestión de actitud, a veces no es la enfermad la que mata, sino el estrés y la forma de ver las cosas, antes de tomar una decisión se debe pedir discernimiento a Dios para que Él oriente y ayude en todo momento.

¿Cree usted que el cáncer de mama se puede prevenir?

Si claro, con buena vida, comiendo muchas frutas y verduras, alejándose del cigarro, el alcohol y haciendo ejercicio. En mi caso fue genético.

¿Sus compañeros de la DEI, como se comportaban con usted?

El Seguro Social me incapacitó por mucho tiempo, mis jefes y compañeros entendieron, recibí de ellos todo el apoyo necesario, fueron muy solidarios, cariñosos y siempre estuvieron conmigo, yo estoy muy agradecida con todos.

¿Su pareja?

No tengo, pero le pido a Dios que me de un hombre ingenioso e inteligente y sobre todo temeroso de Él.

¿Cómo se considera?

Una mujer con apariencia frágil, pero con una fuerza espiritual muy poderosa

¿Cómo se define?

Una mujer feliz, independiente, simpática, original, me fascina lo raro, lo inusual y lo insólito, soy humanitaria y bondadosa también.

¿Las actuales autoridades de la DEI?

Me encanta el trabajo que están haciendo, están poniendo orden en la institución.

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