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Tegucigalpa, Honduras.
La masiva movilización de Semana Santa que se ha iniciado desde el viernes, retribuirá con creces al sector turístico.
Los análisis de los expertos en el movimiento de la industria, calculan que durante las vacaciones de verano la economía del país recibirá una corriente de 350 millones de dólares, alrededor de siete mil millones de lempiras.
Si las proyecciones se cumplen, entonces la economía del país se verá favorecida con un alza de mil millones de lempiras, respecto al año anterior, cuando el derrame de las vacaciones de verano fue de unos seis mil millones de lempiras.
Se calcula que alrededor de dos millones y medio de personas se movilizarán durante el feriado, lo que significa que el desplazamiento crecerá en cien mil veraneantes respecto a 2014.
El Comité Nacional de Prevención en Movilización Masiva (CONAPREMM), integrado por 22 instituciones, desarrolla todo un esquema de trabajo diseñado para atender las emergencias que se presentan en este período de ocio.
El aparato de prevención está activado desde el viernes anterior, cuando inició el éxodo de los vacacionistas y su vigencia operativa se dará por concluida en las primeras horas del lunes entrante.
CONAPREMM tiene abiertos un poco más de 400 puntos de control y, de su lado, la Dirección de Tránsito cuenta con 197 sitios de inspección y de asistencia inmediata para los viajeros.
Los agentes de Tránsito han sido asignados preferentemente en la Cuesta de la Virgen, Zambrano, El Rodeo, Taulabé y Santa Cruz de Yojoa, considerados los sectores más conflictivos por el congestionado tráfico.
Tela, Arizona, La Ceiba, Tocoa, Trujillo y Puerto Cortés, son igualmente sitios calificados como estratégicos, donde operan centros de vigilancia de las instituciones de seguridad y de socorro.
Todo este aparato funciona en forma coordinada con el plan de contingencia de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (FUSINA), y de la Policía Nacional.
Los efectivos de las instituciones del orden y los miembros de los cuerpos de auxilio y salvamento, suman unos 45 mil, incluyendo los voluntarios. Todos ellos cumplen jornadas de trabajo ininterrumpidas de 24 horas.
El objetivo es mantener presencia efectiva en las carreteras, en los núcleos turísticos, en los centros religiosos y en las ciudades que suelen quedar desoladas durante Semana Santa.