El Instituto Nacional Penitenciario (INP) manifestó que de un total de 2,295 privados de libertad que habían contraído el coronavirus, el 98.6% de estos se han recuperado satisfactoriamente.
El personal médico de la institución informó que se mantienen activos 41 casos, cuyos pacientes se encuentran en condiciones estables y actualmente solo una persona se encuentra hospitalizada al sufrir un cuadro de neumonía, siento atendido en el Hospital Escuela.
Desde antes de presentarse el primer caso de covid -19 en el sistema nacional penitenciario se coordinó un equipo de trabajo entre el INP y la Secretaría de Salud, a través de las distintas regionales y los médicos asignados en los establecimientos penitenciarios a nivel nacional.
Se tomaron medidas para proteger a los grupos vulnerables como adultos mayores, mujeres embarazadas, menores que conviven con sus madres y personas con enfermedades crónicas.
Así como al personal administrativo y operativo; dotándolos de equipo de bioseguridad, y, a la población penitenciaria se le ha entregado el kit de higiene personal de manera mensual.
Para garantizar la cobertura en el área de salud durante la pandemia, se contrató a 63 profesionales de diferentes áreas, sumando a más de 200 el personal médico entre: doctores, enfermería, microbiólogos, química y farmacia, odontología, nutrición, entre otros.
De manera coordinada, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) impartió una capacitación al personal médico para conocer el comportamiento del virus, prevención, síntomas, tratamiento, manejo, contención y estabilización.
De igual forma se habilitó un laboratorio en el Centro Penitenciario Nacional de Támara (CPNT), con el objetivo de realizar análisis clínicos a las personas para realizar un monitoreo del sistema inmunológico para detectar cualquier alteración en los niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos, entre otros.
Con la finalidad de brindar mejor atención a la población penitenciaria, las autoridades del INP, adquirieron tanques de oxigeno con sus respectivos manómetros, termómetros digitales infrarrojos y oxímetros, los cuales fueron distribuidos en los establecimientos que albergan la mayor cantidad de personas en privación de libertad.