La Economía de Japón cae un 1,7%

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La Abenomía se ha encontrado con un gran escollo en el camino. El sistema económico ideado por el primer ministro japonés, Shinzo Abe, que sirvió para sacar al archipiélago de la recesión gracias a importantes medidas de estímulo, ha tropezado con una piedra que se vio obligado a poner el propio mandatario para combatir la enorme deuda pública del país: el incremento del IVA. El impuesto que grava el consumo pasó en abril del 5% al 8% actual, y el efecto ha sido el esperado: durante el segundo trimestre del año, la economía japonesa se contrajo un 6,8% frente a los datos del mismo período de 2013 y un 1,7% si se compara con los tres primeros meses de este año.

A pesar de que se trata del peor dato registrado desde el segundo trimestre del 2011, cuando la economía se tambaleó debido al devastador terremoto que dejó casi 16.000 muertos y paralizó gran parte de la industria, la caída anunciada hoy es ligeramente inferior a la del 7% que habían vaticinado los economistas. En cualquier caso, se han cumplido las previsiones y el mayor lastre entre abril y junio fue el desplome del consumo privado, que genera un 60% del PIB y que se contrajo un 6% frente al del primer trimestre. El hundimiento, no obstante, fue muy superior si se utiliza la tasa anualizada: las familias gastaron un 19,2% menos en 2013, y la inversión privada cayó un 9,7%.

El comercio también acusó el golpe, ya que las importaciones disminuyeron un 20,5% y las exportaciones cayeron un 1,8% a pesar del respiro que había dado la divisa nacional, el yen, con su progresiva devaluación frente al dólar. Así, no es de extrañar que las principales empresas del país estén preparadas ya para hacer frente a una notable caída de los ingresos en el mercado interno. De hecho, Toyota y Panasonic ya han anunciado que probablemente no se cumplan las estimaciones que hicieron tras el primer trimestre, cuando sus cuentas disfrutaron de una breve bonanza provocada por el adelanto de las compras que protagonizaron muchos consumidores con el fin de evitar el aumento del IVA.

A pesar de todo, Abe es optimista y espera que el tercer trimestre las cifras abandonen el rojo. “Hemos analizado los datos de los tres meses y constatamos que, por ejemplo, las ventas de productos electrónicos y los ingresos de los centros comerciales han crecido tras la abrupta caída de abril. Y el mercado laboral también está al alza.”, ha elaborado este miércoles el ministro de Economía, Akira Amari, en un comunicado. “Todo ello nos lleva a pensar que la economía japonesa continúa recuperándose moderadamente del efecto que ha tenido el aumento del IVA”.

El Ejecutivo también apunta al dato de la inflación, que aumentó hasta el 3,6% en junio, para justificar su optimismo, pero no faltan voces que piden replantear un segundo incremento del impuesto —hasta el 10%— previsto para octubre del año que viene. “La clave puede estar en el crecimiento del tercer trimestre”, ha apuntado el economista jefe de Mizuho Securities, Yasunari Ueno, al diario The Wall Street Journal. “Si no es muy relevante, puede que en diciembre Abe decida retrasar el próximo incremento”. Quizá eso también ayudaría a elevar la popularidad del primer ministro, que ha caído del 64% que obtuvo poco después de acceder al cargo con la promesa de revitalizar la economía, en diciembre de 2012, al 51% actual.

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