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Ante una tormenta de críticas europeas antes del inicio de la Copa del Mundo, Qatar intensificó el martes su respuesta diplomática y mediática, que ha incluido amenazas de acciones «legales» para defender su nombre.
A cinco días del partido inaugural, el principal organizador de la Copa del Mundo de Qatar dijo que se lanzaron ataques contra el estado del Golfo porque «compitió de igual a igual y arrebató» la Copa del Mundo a los postores rivales. Un alto miembro de la Asociación de Fútbol de Qatar llamó a los críticos europeos «el enemigo».
Frente a las críticas por su trato a los trabajadores extranjeros y los derechos de las mujeres y la comunidad LGBTQ, el rico estado del Golfo ha utilizado durante mucho tiempo el argumento de que todos son «bienvenidos» en la Copa del Mundo y dijo que los oponentes estaban actuando de mala fe.
El tono ha cambiado en las últimas semanas, resaltado por los comentarios del emir, el jeque Tamim Hamad Al-Thani, quien dijo a la legislatura nacional el 25 de octubre que Qatar se había enfrentado a una campaña «sin precedentes» y creciente que olía a «doble rasero».
Tres días después, el embajador alemán en Doha fue convocado por los comentarios del ministro del Interior de su país que ponían en duda si Qatar debería albergar la Copa del Mundo.
En una entrevista con AFP, el ministro de Trabajo de Qatar, Ali bin Samikh Al Marri, dijo que el «racismo» estaba detrás de la embestida contra el historial de su país. «No quieren permitir que un país pequeño, un país árabe, un país islámico, organice la Copa del Mundo», dijo.
Los medios de Qatar han hablado de una «conspiración sistemática» de los rivales europeos. El periódico Al Sharq criticó «la arrogancia» de algunos países europeos.
En una gira europea reciente, el ministro de Relaciones Exteriores, Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Thani, dijo en entrevistas con los medios que había «mucha hipocresía en estos ataques».
– ‘enemigo’ mundialista –
«Están siendo vendidos por un número muy pequeño de personas, en 10 países como máximo, que no son en absoluto representativos del resto del mundo», dijo a Le Monde sin nombrar a los involucrados.
Después de un reciente informe de los medios británicos sobre la piratería informática de los oponentes de la sede de la Copa del Mundo de Qatar, un funcionario del gobierno advirtió: «Qatar no se quedará de brazos cruzados cuando se enfrente a acusaciones tan infundadas, y se están explorando todas nuestras opciones legales a nuestra disposición para garantizar que los responsables están obligados a rendir cuentas».
La amargura expresada en algunos editoriales de periódicos comienza a verse en los comentarios de algunos funcionarios.
El jeque Ahmed bin Hamad Al-Thani, miembro del ejecutivo de la Asociación de Fútbol de Qatar, le dijo a Al-Sharq en una entrevista publicada el martes: «Para mí, la presencia del enemigo es una bendición y no una maldición, porque esto puede empujarte a Haz tu trabajo de la mejor manera posible».
Hassan Al-Thawadi, secretario general del comité organizador de Qatar, dijo a la televisión Al Jazeera que los opositores anónimos del estado del Golfo estaban celosos de su anfitrión.
“Las campañas se deben a que Qatar es un país árabe que supo competir de igual a igual y arrebató la sede del torneo”.
Dijo que los ataques se basaron en «la imagen estereotipada del mundo árabe, que es una de las razones por las que luchamos para organizar la Copa del Mundo, para cambiar la idea estereotipada sobre los árabes».
Un diplomático europeo en Doha dijo que el gobierno de Qatar había llegado «al final de la línea con las críticas».
“Nos culpan a pesar de que muy poco está saliendo de los gobiernos”, agregó el diplomático, quien habló bajo condición de anonimato debido a lo delicado del tema.
