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Paul Pogba fue el protagonista del partido de ayer entre Wolverhampton y Manchester United, que acabó con empate a uno. El francés falló un penalti, un error que provocó que el jugador recibiera numerosos insultos racistas y amenazas de muerte en Twitter.
Dichos comentarios fueron borrados y las cuentas de los usuarios que amenazaron al futbolista del United fueron bloqueadas. El propio club salió al paso con un comunicado en el que condenó dichos comentarios desagradables y lamentables: «El United está comprometido con la igualdad, la diversidad, y la inclusión en todos los niveles del fútbol».
Marcus Rashford salió en defensa de Pogba. El delantero reclamó a la red social que las amenazas debían parar: «Esto tiene que parar si o si. El Manchester United es una gran familia, y Paul pertenece a ella. Si lo atacas, nos atacais a todos».
Por su parte Harry Maguire, que ha llegado al club como el defensa más caro de la historia del fútbol, lamentó que algunos usuarios hagan uso de las redes sociales para verter todo el odio hacia otras personas: «Asqueroso. Las redes sociales deben hacer algo al respecto. Se debe detener a estos patéticos trolls que crean cuentas para abusar y amenazar a los demás».