La zona oriental del país está experimentando una abrumadora crisis migratoria, con alrededor de 4,000 personas migrantes de diversas nacionalidades ingresando solo durante los fines de semana. Este flujo constante ha llevado al colapso de los albergues gubernamentales y a una saturación de las instituciones que brindan asistencia humanitaria en la región, según alertó Willian Alvarado, el delegado departamental del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) en El Paraíso.
La Delegación realiza monitoreos regulares para evaluar la situación en el oriente del país, donde el ingreso de alrededor de 4,000 migrantes en un solo fin de semana ha generado una crisis tanto en las instituciones como en los albergues gubernamentales, que carecen de suficiente asistencia humanitaria.
El representante también señaló que la Casa para el Migrante Irregular «Francisco Paz», con una capacidad de 130 a 150 personas, está recibiendo aproximadamente 2,000 migrantes diariamente, lo que supera ampliamente su capacidad.
En particular, Alvarado lamentó la falta de respuesta por parte del Gobierno local para abordar esta situación, a pesar de que los municipios en la zona oriental del país han declarado una emergencia.
Destacó que Danlí es actualmente el epicentro de esta crisis migratoria, y resaltó que esta situación ha estado ocurriendo durante aproximadamente dos años, con un escaso apoyo del gobierno en términos de salud y asistencia médica. Organizaciones internacionales como Médicos Sin Fronteras y Médicos para el Mundo han tenido que asumir la responsabilidad de brindar atención médica, lo que plantea cuestionamientos sobre el cumplimiento de los convenios internacionales por parte del Gobierno de Honduras en relación con los derechos de salud de los migrantes.
La situación también ha estado marcada por abusos contra los migrantes, como la aprobación de tarifas de transporte más altas para los migrantes por parte del Instituto Hondureño del Transporte Terrestre. Además, se han registrado casi una veintena de muertes en el departamento de El Paraíso, incluyendo la de niños por deshidratación.
En medio de este panorama, Alvarado insta a una respuesta más contundente por parte del gobierno a través de la Secretaría de Salud y una mayor presencia de organismos internacionales, considerando que muchos de estos actúan solo de lunes a viernes.
Las necesidades más apremiantes informadas por los migrantes en tránsito incluyen la falta de alimentos, atención médica, ropa, calzado, albergues e información sobre servicios de protección y vías legales disponibles. La mayoría de los migrantes provienen de Venezuela, Ecuador, Cuba, Haití, Mauritania, Colombia, Senegal y la India, entre otras nacionalidades.