Las 15 comunidades indígenas asentadas en el Parque Nacional de Bogotá, Colombia, comenzaron durante el fin de semana su traslado a sus lugares de origen después de alcanzar un acuerdo el viernes con representantes del Gobierno distrital y nacional, en el cual participaron, entre otros, la Comisión de la Verdad como mediadora, la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación.
Según los acuerdos alcanzados, los indígenas que no estén interesados en retornar serán trasladados a una Unidad de Protección Integral (UPI) La Florida, donde recibirán alojamiento temporal, servicios de salud, educación, atención a la primera infancia y se abrirán espacios para la comercialización de sus productos.
En el acuerdo, los Gobiernos distrital y nacional se comprometieron a asegurar el proceso de transición digno y seguro para las familias que deseen retornar a sus territorios.

Asimismo, para las familias que deseen quedarse en Bogotá habrá acompañamiento y fortalecimiento en procesos organizativos, acompañamiento psicosocial y en temas económicos.
Las familias asentadas en el parque fueran trasladadas este sábado 7 de mayo a la Unidad de Protección Integral (UPI) ubicado en el parque La Florida, en la localidad de Engativá.
El Distrito le aseguró a las comunidades la provisión de alimentos, servicios de salud, educación, atención a la primera infancia y la apertura de espacios para que comercialicen sus productos.
En el entendimiento también se estableció, que el Gobierno de Iván Duque dará apoyo económico a los indígenas para financiar sus proyectos productivos y alternativas de vivienda acordes con sus prácticas socioculturales.
Han pasado más de siete meses desde que indígenas del pueblo Embera y otras comunidades se instalaron en el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera, ubicado en el centro de Bogotá.