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Tras un año cargado de polémicas en el Inter de Milán, Mauro Icardi vuelve a sonreír. En Italia había perdido la capitanía y llegó a ser apartado, en parte por no querer renovar, por su representante (Wanda Nara) y por los rumores de que podría irse a la Juventus.
Al final, club y jugador encontraron una solución y el argentino se ha marchado al PSG en calidad de cedido tras ampliar la duración de su contrato. Desde entonces todo le va bien. No hay más que echar un vistazo a las estadísticas para darse cuenta de que su temporada está al alcance de muy pocos.
No solo se ha conseguido hacer un hueco entre Neymar, Mbappé y Cavani (el tridente se ha perdido algunos partidos), sino que además ha conseguido marcar siete goles en siete partidos, contando todos ellos por victorias.
A eso hay que sumarle una asistencia, y es que Icardi se ha quedado sin marcar solamente en dos ocasiones. La primera fue en su debut ante el Estrasburgo, partido en el que solo participó 28 minutos. La segunda, en la Champions League ante el Real Madrid, encuentro en el que pasó una hora sobre el césped.
Le están saliendo tan bien las cosas que el PSG ya se ha planteado ejercer la opción de compra, por el argentino. Si finalmente Cavani no renueva, Thomas Tuchel ya tendría al nueve para sustituirle en casa. Queda mucha temporada, pero de momento va camino de igualar sus registros de la pasada campaña (17 goles y 5 asistencias en 37 partidos) a mitad de curso.