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El informe oficial de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) reveló que las peticiones de asilo en México aumentaron un 18.2% en 2023, alcanzando un récord de 140,982. Este fenómeno refleja una crisis humanitaria que ha saturado la frontera sur del país.
Las solicitudes superaron las 119,273 recibidas en 2022 y también representan un aumento del 8.8% en comparación con el récord anterior de 129,585 en 2021, atribuido a la crisis generada por la pandemia de COVID-19.
Haití se convirtió en el principal país de origen de los solicitantes, con 44,239 peticiones, un crecimiento anual de casi 157% y cerca de un tercio del total de solicitudes de 2023. Le siguieron Honduras (41,935), Cuba (18,386), El Salvador (6,117), Guatemala (6,111), Venezuela (5,517), Brasil (3,678), Chile (3,489), Colombia (2,566), Afganistán (1,744) y otros países.
A pesar de la cifra histórica, la Comar solo resolvió aproximadamente uno de cada cinco casos, con 27,900 registrados y 19,095 considerados ‘positivos’ (aceptados).
Más del 50% de las peticiones se realizaron en Tapachula, en la frontera de México con Centroamérica, superando la capacidad de la Comar. Cientos de migrantes esperan frente a las oficinas de la Comar en Tapachula, denunciando demoras de hasta medio año en el procesamiento de sus trámites.
Alicia Bárcena, canciller mexicana, reconoció el «desafío enorme» que enfrenta México como el tercer mayor receptor de solicitantes de asilo, destacando la dificultad de diferenciar entre aquellos con miedo creíble y los que buscan oportunidades económicas. La crisis refleja un flujo migratorio «sin precedentes» en 2023 en México y Centroamérica, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
