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Tegucigalpa, Honduras.
Una reunión de alto nivel convocada por Su Alteza Real el Príncipe Carlos de Gales, se llevó a cabo en Londres, en donde participaron líderes financieros internacionales, expertos en pesca y ministros de todo el mundo, cita a la cual asistió el titular de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, (SAG) Jacobo Paz Bodden.
El encuentro tuvo como fin discutir las herramientas disponibles para financiar el desarrollo sostenible del medio marino mediante la incursión de la Economía “Azul”, modelo macroeconómico y de negocios orientado a dar respuesta a las necesidades básicas de los recursos localmente disponibles.
Entre los debates realizados en el Palacio de St. James, la pesquería de langosta en Honduras, sirvió como ejemplo de las técnicas peligrosas de buceo que se utilizan para capturar la langosta y que son causa de frecuentes accidentes, muchos de los cuales resultan en que el pescador queda paralizado o fatalmente herido.
El cierre de la pesquería por buceo de la langosta ha estado en la agenda de los gobiernos anteriores de Honduras, pero siempre ha existido un obstáculo para su implementación, debido a la forma de plantear resolver aspectos como: la pérdida de empleo de los indígenas miskitos que trabajan en la pesquería, las inversiones perdidas de los propietarios de barcos de pesca por buceo y de la interrogante de quién proporcionaría la inversión de capital necesaria para financiar una solución.
Los delegados escucharon acerca de una solución con tres fases que están siendo desarrolladas por la administración pesquera del actual gobierno del Presidente Juan Orlando Hernández , con el apoyo de científicos de la Institución Smithsonian y la organización no gubernamental de Honduras, el Centro de Estudios Marinos, (CEM).
Propuesta de Honduras
La solución propuesta por la delegación hondureña ante su Alteza Real el Príncipe Carlos de Gales y demás representantes mundiales, tiene como objetivo realizar la transición de los buceadores con tanque a una pesquería más segura de buceo de superficie dentro de los límites de una zona de uso exclusivo, luego utilizar un financiamiento de inversiones para comprar los barcos de buceo removiéndolos de la pesquería y en tercer lugar establecer un marco normativo completo y un sistema de monitoreo para garantizar que la pesca de langosta sea manejada de forma sostenible.
El capital de inversión requerido provendrá de inversionistas de «impacto» que están interesados en la obtención de beneficios sociales y ecológicos de las inversiones, junto con su rentabilidad financiera. Un pequeño impuesto o tasa sobre los ingresos derivados de las exportaciones de langosta, administradas a través de un fondo fiduciario en el Banco Central de Honduras se utilizaría para pagar la inversión inicial.
Esta solución simple pero elegante a un problema de la pesca que ocurre desde hace mucho tiempo, causó el interés generalizado en la reunión, incluyendo los halagos de Su Alteza Real en una reunión paralela con los Ministros.