Helmer Cortés, originario del municipio de Las Lajas en Comayagua, es un ejemplo inspirador de éxito en el mundo del café. Parte de la tercera generación de una familia cafetalera hondureña, Helmer creció inmerso en la tradición del cultivo del café, comenzando a trabajar en la finca familiar desde los 12 años. A pesar del arduo trabajo y sacrificio, la situación económica de su familia no mejoraba, lo que llevó a Helmer a buscar un cambio radical.
Motivado por la necesidad de mejorar su situación y la de su familia, Helmer decidió ingresar a una escuela de catación de café. Este paso representaba un gran desafío, ya que debía cubrir tanto los costos de su educación como los de su familia. Sin embargo, su determinación lo llevó a completar con éxito sus estudios como catador.
La formación en la escuela de catación le abrió puertas en el sector cafetalero, permitiéndole conseguir un empleo formal como coordinador de control y calidad de café. Durante ocho años, Helmer desempeñó un papel crucial en la industria, manejando hasta 22,000 productores de café a nivel nacional. Su trabajo incluyó la gestión de una base de datos detallada sobre cada productor y la supervisión de las zonas productivas de café en Honduras.
Actualmente, Helmer Cortés se dedica a la exportación de café a mercados internacionales, incluyendo Estados Unidos y Holanda. Colabora con diversos productores en la mejora del proceso de fermentación y calidad del café, llevando el café hondureño a nuevas alturas en el ámbito global.
La historia de Helmer Cortés es un testimonio de cómo la determinación y el esfuerzo pueden transformar vidas y abrir oportunidades, demostrando que con pasión y trabajo duro se pueden alcanzar metas significativas en la industria del café.