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Por: Melvin Javier Soto.
En una noche imborrable, para algunos que aún sueñan con ella, el tiempo nos dice y recuerda, que hace unos 34 años, “Hombres” dentro del terreno de juego, daban con locura a un pueblo Hondureño, su primera clasificación a un mundial de futbol.
Los dirigidos por el entrenador José de la Paz Herrera, daban la vuelta olímpica en el estadio Tiburcio Carias Andino, al lograr un boleto histórico en el campeonato Concacaf de Naciones 1981.
El torneo se desarrollo en Tegucigalpa, a jugarse en una hexagonal a la que habían clasificado México, Canadá, Haití, Cuba, El Salvador y Honduras.
La ronda final de las eliminatorias sirvió de marco al VIII Campeonato Concacaf de Naciones, que se celebró del 01 al 22 de noviembre de 1981, en la que los dos primeros de la hexagonal final, clasificaban directamente al Mundial de España 82.
El 03 de noviembre, la Selección de Honduras se impuso con autoridad a la Selección de Haití, con un contundente cuatro goles por cero.
Cinco días más tarde, el 08 de noviembre Honduras ganaría a la Selección de Cuba, dos goles por cero, en una nueva tarde inspirada por el recordado jugador, David Bueso.
La prueba de fuego, llegaría el 12 de noviembre, los guiados por “Chelato” en un vibrante encuentro pasaría con apuros a la difícil Selección de Canadá, dos goles por uno, con sendos tantos de Roberto “Macho” Figueroa y Carlos Caballero.
Pero, la historia se escribiría una noche del 16 de noviembre, Honduras empataría con su hermana Republica de El Salvador, cero por cero, dándole la alegría más esperada al pueblo “catracho”. La primera clasificación a un Mundial.
Cerrando con broche de oro, la fecha de un 22 de noviembre, al empatar con el “Gigante” de la Concacaf, hablamos de México, que era liderado por el internacional, Hugo Sánchez, dejando en bandeja de plata, la clasificación por segunda ocasión a la Selección de El Salvador.
Para algunos, la mejor selección de todos los tiempos en Honduras, en donde no jugaban “nombres”, daban la cara “hombres”, que se partían el alma por la lucha de cualquier balón, que jugaban por amor a la camiseta y no al dinero.
Como olvidar a Julio Cesar “Tile” Arzú, Efraín Gutiérrez, Allan Anthony Costly, Jaime Villegas, Fernando “Azulejo” Bulnes.
Ramón “Primitivo” Maradiaga, David Bueso, Javier Toledo, Roberto Figueroa, Carlos Caballero y la gloria, Jorge “El Indio” Urquia, que daría su legado a Porfirio Armando Betancourt.
Un años más tarde, Honduras seria conocida en todo el mundo, luego de empatarle en España 82, a la anfitriona, a la Republica de Irlanda y perder ante Yugoslavia, por la mínima diferencia, constituyéndose como la sorpresa del mundial y ganándose el respeto y el cariño de los aficionados.