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Tegucigalpa, Honduras
Al término de este año, el aparato estatal se habrá disminuido en aproximadamente siete mil burócratas, unos en calidad de suspendidos y otros en condición de despedidos. Pero todas estas acciones destinadas a aligerar el lastre de la empleomanía sólo es la punta del iceberg.
Fuentes del Poder Ejecutivo, han advertido que la propuesta es reducir de 60 a 25% la presión que ejerce la masa salarial sobre el Presupuesto de la República.
Dentro de tales planteamientos se destaca la aprobación y puesta en vigencia de una ley que permitirá medir la eficiencia de los funcionarios, de tal manera que si su rendimiento No es satisfactorio, dicho indicador será causal para su separación de la administración pública.
Se ha concluido, igualmente, con un estudio especial que establece cuál es la posición que ocupa cada empleado del aparato estatal y que confirma lo que siempre se ha conocido: Que existe duplicidad de funciones, que en cada puesto se ha nombrado a múltiples paracaidistas y que la asignación de sueldos y salarios No corresponden con los criterios de justicia ni de equidad.
La expectativa es que en 2015 se hayan identificado las líneas claras de la política salarial del Estado. El Poder Ejecutivo le da curso también a un proceso para modernizar su funcionamiento y cortar de tajo la nociva costumbre por la cual se han creado plazas, con el único propósito de incrustar a clientes políticos en la actividad gubernamental.
El personal supernumerario de la administración pública se ha traducido en un sacrificio grande, porque ha influido en el desequilibrio fiscal, en el estancamiento de la economía y en la reducción de los fondos que deberían destinarse para la inversión social.
Las proyecciones para 2015, señalan que la masa salarial se adelgazará en alrededor de 600 millones de lempiras, según los informes desprendidos de la Secretaría de Finanzas.
En 14 años, los gastos para el renglón de mantenimiento del aparato estatal se han incrementado en 28 mil 600 millones de lempiras. En 2000 el Estado erogó una cifra redondeada de siete mil 900 millones de lempiras para darle sostenimiento a la masa salarial y en 2014 está presupuestado para ese renglón unos 36 mil 500 millones de lempiras.
El pago de sueldos y salarios representa aproximadamente el 60 por ciento del Presupuesto de la República