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El Barcelona de Valverde viaja a Grecia en busca de un billete, matemático o virtual, para los octavos de final de la Champions League. Una victoria sobre el Olympiacos catapultaría al equipo español, que se sabría ya clasificado si la Juventus no perdiera en Lisboa frente al Sporting de Portugal.
Disparado en la Liga, beneficiado por el increíble ridículo del Real Madrid en Girona, el Barça disfruta de una felicidad hasta cierto punto impensable cuando comenzó la temporada y que le provoca un optimismo indiscutible.
A ello acompaña la depresión que atenaza al equipo griego, descolgado en la Liga local tras caer en el gran Clásico heleno frente al Panathinaikos y empezándose a rumorear que Takis Lemonis, su entrenador, podría tener en peligro su continuidad. No ya solo por este encuentro ante el Barça que puede sentenciar de forma matemática su eliminación en la Champions, sino atendiendo a que ha perdido tres de los últimos seis partidos disputados.
Ausentes Piqué por sanción e Iniesta por lesión, Valverde esperará hasta última hora para conocer el estado de Mascherano, que viajó con la expedición a pesar de no recibir el alta médica y que personaliza la mayor duda del equipo azulgrana, que podría catapultar al plano a Thomas Vermaelen, quien reapareció en Murcia después de no hacerlo con el Barça desde marzo de 2016.
Invicto en sus tres últimas visitas a Grecia, donde no pierde desde 2002, el Barça busca enlazar su quinta victoria y el 15º encuentro sin conocer la derrota. Si el puesto de Piqué en el once se mantendría en duda hasta el último instante, Paulinho apunta a ocupar la plaza de Iniesta mientras que en ataque Deulofeu podría regresar en lugar de André Gomes.
Ter Stegen, Cillessen, Ortolá, Semedo, Rakitic, Sergio, Denis Suárez, Suárez, Messi, Mascherano, Paulinho, Deulofeu, Alcácer, Jordi Alba, Digne, Sergi Roberto, André Gomes, Umtiti, Vermaelen y Aleñá forman la expedición de 20 jugadores citados por Valverde, que deberá descartar a dos (Ortolá como tercer portero será uno) de cara al encuentro.