Falta de mano de obra y financiamiento genera preocupación en productores de hortalizas
Recibe actualizaciones en tiempo real directamente en tu dispositivo, suscríbete ahora.
La producción de hortalizas en el país se encuentra en una situación crítica debido a una serie de desafíos que han impactado negativamente en el sector, según señaló el productor Edy Maradiaga en una reciente declaración.
El problema principal radica en la escasez de mano de obra, que se suma a las dificultades en el financiamiento y el cambio climático.
Maradiaga explicó que las pérdidas acumuladas en los últimos años han dejado a los productores desanimados y han llevado a una disminución significativa en la siembra de hortalizas.
Además, la falta de mano de obra es un problema grave, ya que muchos jóvenes están emigrando en busca de mejores oportunidades, lo que agrava aún más la situación.
Se estima que en comparación con el año 2022, la superficie cultivada de hortalizas ha disminuido en aproximadamente 1,800 manzanas, lo que ha resultado en la pérdida de alrededor de 30,000 empleos en el sector.
El temor a las pérdidas y la falta de trabajadores capacitados han llevado a esta reducción en la siembra.
La situación se agrava en áreas como el cultivo de chiles y tomates, donde muchos productores han dejado de sembrar debido a la falta de mano de obra, lo que ha resultado en la pérdida de cosechas completas.
Maradiaga también hizo hincapié en la falta de apoyo financiero adecuado para los productores de hortalizas, ya que los préstamos disponibles se orientan principalmente hacia los productores de granos.
Esta crisis en la producción de hortalizas está teniendo un impacto directo en el abastecimiento de productos como el tomate, lo que a su vez ha llevado a un aumento en los precios para los consumidores.
Las autoridades gubernamentales están siendo instadas a prestar atención a esta situación y tomar medidas concretas para apoyar a los productores de hortalizas.
En vista de estos desafíos, se hace un llamado a la colaboración entre el gobierno, los agricultores y las instituciones financieras para implementar soluciones que impulsen la producción de hortalizas, aseguren el abastecimiento de alimentos y brinden un apoyo adecuado a los productores en riesgo.
