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El poeta hondureño José Luis Quesada murió la madrugada de este lunes en la capital de Honduras. Quesada adolecía problemas de salud y había sido internado en el primer centro asistencial del país el fin de semana.
Nació el 22 de septiembre de 1948 en Olanchito, Yoro, norte de Honduras; realizó estudios de filología en Costa Rica.
El poeta fue considerado el representante de las nuevas generaciones líricas, por lo que la Universidad Nacional Autónoma de Honduras le entrega en 1992, la condecoración “José Trinidad Reyes” en reconocimiento a su gran obra.
Asimismo, fue finalista del premio centroamericano Juan Ramón Molina en Tegucigalpa.
Sus obras poéticas han sido producidas en el libro colectivo La voz convocada (1967) y varias antología literarias, fue parte de la maravillosa generación del 70 logrando situar a Honduras en el marco de la poesía contemporánea del mundo.
Entre sus libros de poesía destacan: Porque no es espero nunca más volver (1974), Cuaderno de testimonios (1981), La vida como una guerra (1982), Sombra del blanco día (1987) y La memoria posible (1990). Como cuentista publicó El falso duende (1994).
En el tratamiento de sus temas reveló una sabia utilización de los recursos formales, desde la exploración en lo cotidiano a las referencias culturales, hasta la indagación existencialista a las respuestas humanas en el devenir histórico.