«Es urgente que los actores en conflictividad busquen el diálogo y la unidad»: Ricardo Álvarez
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El designado presidencial, Ricardo Álvarez, dijo que el pueblo está harto de tanta conflictividad, que por eso es urgente abrir un espacio de diálogo transparente, sin agendas escondidas, donde el fin único sea beneficiar a la población.
Apuntó que en la conflictividad, los grandes perdedores no son los empresarios, el gobierno, mucho menos los políticos, sino el pueblo, pues los dejan sin asistencia médica, sin clases, el que tiene un puesto en el mercado no vende, el transportista se ve obligado a parar sus unidades, se cierran negocios y oportunidades de empleos.
“Esta conflictividad en que vivimos solo nos lleva a la crisis y la desesperanza, no debemos permitir que eso siga creciendo y se convierta en una cadena de males que termine ahorcando al pueblo, por eso en su momento pedí que se derogaran los PCM, tres días después se hizo, ahora toca sentarse a dialogar bajo la premisa que lo que se pacte se cumpla y sea en beneficio de la población y no de un grupo en particular”.
Álvarez exteriorizó lo anterior en el marco de una gira política que llevó a cabo en varios municipios del departamento de Cortés, en los que se reunió con líderes de base para conocer su criterio alrededor de los últimos acontecimientos que se han dado en el país y para afinar su movimiento de cara a un próximo proceso electoral interno.
“Estoy harto de las confrontaciones políticas, porque matan las esperanzas de las familias más pobres, a tal punto que los orillan a creer que la única salida es irse a Estados Unidos o España, por eso es urgente que los actores de esa conflictividad busquen el diálogo y la unidad haciendo a un lado las mentiras, poniendo sobre la mesa de discusión temas de interés general y no particular, eso aplica para todos”.
Enfatizó que si decidiera lanzar su candidatura sería porque un amplio sector del nacionalismo y de la sociedad se lo pide, no obstante advirtió que no va a poner en riesgo a sus seguidores llevándolos a un proceso electoral interno, que lleve implícito la posibilidad de que se lo ganen en la contada y no en las urnas./ La Tribuna.