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Para quienes no tienen pensado viajar por muchos días, una visita de ida y vuelta a El Cubulero, Alianza, Valle, puede ser la mejor opción en esta Semana Santa.
A tan solo 30 minutos entre la carretera de Nacaome a El Amatillo, y a dos horas de la capital, este pueblo pintoresco de gente noble y trabajadora es el destino de miles de visitantes todo el año que lo visitan por el puro placer de comer sus ricos curiles.
Los amantes de este famoso platillo marino pueden disfrutar de una tarde relajada degustando de un plato de curiles frescos en los diferentes kioskos que operan todo el año.
El secreto del exquisito plato de este lugar radica en que se pueden comer frescos. Es como decir de los manglares a la boca, preparados por hábiles meseras en presencia de sus propios clientes.
Pescado frito, sopa marinera y camarones, son las otras opciones con la misma frescura del propio Golfo de Fonseca sin olvidar las frutas de la temporada como mangos y ciruelas, convertidos por los lugareños en deliciosos postres.
Con un poco más de tiempo, la estadía en El Cubulero puede ser más placentera visitando la playa donde se puede apreciar las supermareas, un espectacular fenómeno propio de Semana Santa, que los lugareños suelen complementar con excitantes paseos en lanchas por los canales de la bahía de El Chismuyo.
Pero no todo termina aquí, por las noches, prepárese para bailar con los mejores grupos musicales como Kazzabe, Los Roland, Gran Banda, La Tribu Lenca y Zona Caliente, entre otros, que le dan el toque carnavalesco toda la semana en La Laguna, El Aceituno, El Estero, Alianza y la Costa de los Amates, las otras comunidades referentes del municipio. /La Tribuna