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El fisco hondureño deja de percibir alrededor de 127 millones de dólares al año por el comercio ilícito en todas sus formas como el contrabando o la piratería, esto representan más de 3,120 millones de lempiras al tipo de cambio de moneda actual, lo que socava los ingresos tributarios.
La magnitud del problema fue analizada en el foro “Comercio Ilícito y sus Consecuencias”, organizado por la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), la Policía Nacional, la Autoridad Aduanera y la Tabacalera Hondureña.
El evento se realizó en las oficinas del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), donde expositores nacionales y extranjeros ofrecieron un bosquejo de la magnitud del contrabando que sigue diezmando el fisco en los países de la región.
En el país el contrabando o evasión “representa cerca de 127 millones de dólares, lo que se deja de percibir. Es algo que nos tiene que llamar la atención, porque esto genera competencia desleal, fomenta la informalidad y el desempleo”, manifestó el gerente de Asesoría Legal del Cohep, Gustavo Solórzano.
“Asimismo, se dejan de percibir ingresos tributarios que podrían ser destinados para temas como salud y educación”. En este flageló la fuente enlistó a productos tales como “licores, bebidas, medicamentos, productos textiles y combustibles. Son de los principales y sobre todo las falsificaciones y la piratería”.
Planteó que la piratería o reproducción de bienes de marcas sin la respectiva autorización, es otra forma que toma el comercio ilícito que al final afectan los ingresos tributarios y la actividad comercial e industrial.
Contrastó que “hoy contamos con un mejor control aduanero, sin embargo, hay mucho que hacer una de las propuestas del sector privado es que se reactiven las mesas interinstitucionales para la prevención del contrabando”. Los empresarios también proponen regulaciones a nivel regional estandarizando los impuestos y la creación de un observatorio centroamericano contra el comercio ilícito.
La exfiscal Contra Delitos Tributarios de Guatemala, Ana Elena Guzmán, expuso las aristas del problema a nivel local y regional. Explicó que investigaciones recientes indican que el contrabando continúa entrando por las aduanas, por las zonas francas y bajo un esquema denominado “embarque fantasma”, donde las mercancías entran, pero no aparecen en los registros de salida de las aduanas.
Los expertos coinciden en que el comercio ilícito en todas sus formas como el contrabando, persiste y una de las salidas es incluir a todos los productos en los Tratados de Libre Comercio, aunque sea con un arancel simbólico, lo que desincentivaría los carteles del contrabando que se vienen fortaleciendo con el auge del crimen organizado en la región y el Triángulo Norte, en especial.