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Continúa la incertidumbre con la situación de Mauro Icardi en el Inter de Milán. El técnico, Antonio Conte, no cuenta con él y el argentino debe decantarse por alguna propuesta, antes del cierre de mercado, si no quiere quedarse sin jugar.
Una de las soluciones parecía ser Mónaco, que le ofrecía más de diez millones de euros netos al año, pero esta opción se ha ido diluyendo y continuar en Italia será muy posiblemente el camino que tome el delantero.
Aurelio De Laurentiis, máximo accionista y presidente del Nápoles, ha enviado un ultimátum al jugador. El club napolitano lleva semanas interesado en el atacante, pero ha fijado este jueves como fecha límite para acordar la incorporación. En caso negativo, el conjunto de Carlo Ancelotti intentaría convencer a Fernando Llorente, aún sin equipo y pretendido por media Italia.
Por lo tanto, el todavía miembro del Inter tiene hasta mediados de esta semana para decidir si quiere unirse al proyecto del Nápoles o aguardar un destino distinto.