Recibe actualizaciones en tiempo real directamente en tu dispositivo, suscríbete ahora.
El territorio salvadoreño se encuentra ubicado en una serie de fallas dividas en 12 zonas de enjambres sísmicos que han sido identificadas por el Ministerio de Medio Ambiente (MARN).
Manuel Díaz Flores, gerente de Geología del MARN, dijo ayer en una entrevista televisiva que estas zonas se extienden desde Ahuachapán, Tacuba, hasta el Golfo de Fonseca: “todo el eje volcánico es una zona donde también hay muchas fallas y ahí es donde se concentran los enjambres”.
Solo en la zona Oriental han identificado cuatro áreas de enjambres sísmicos ubicadas en Berlín, Usulután; volcán de San Miguel, Golfo de Fonseca y Chirilagua, esta última es conocida como la zona 11.
“Es la más grande, va desde el Delirio hasta el volcán de Conchagua y Chirilagua e Intipucá al Carmen”, detalló Flores.
Según el experto, los últimos acontecimientos que han afectado la región Oriental se deben a una sismicidad por fallas locales, concentrado en un sitio específico en la zona de Chirilagua e Intipucá y que nada tienen que ver con el volcán.
Aseguró que los enjambres sísmicos en Chalchuapa, Santa Ana, son generados por otras fallas que no están siendo influenciadas por las de Chirilagua o viceversa.
Las familias afectadas ven con desconsuelo la pérdida de sus viviendas y esperan reconstruirlas pronto.
“El enjambre comenzó el domingo 29 y se tuvo por toda la semana, quizás ahí el (sismo) de mayor magnitud fue de 4.4; posteriormente han continuado los sismos, pero no se ha tenido tanto sismo de magnitud considerable. Aún no se ha dado por cerrado ese enjambre, se sigue monitoreando, aunque en los últimos tres días ha habido una disminución de sismicidad en la zona” dijo.
El experto define los enjambre sísmicos como una serie de temblores en un tiempo determinado y una zona determinada, pero tienen la característica que no hay una predominancia de un sismo de gran magnitud.