Recibe actualizaciones en tiempo real directamente en tu dispositivo, suscríbete ahora.
Sabia usted que el ronquido no solamente es molesto para quienes duermen junto a una persona que ronca, sino que se ha comprobado que el roncar puede ser síntoma de serios disturbios que pueden ocasionar problemas cardiovasculares.
Al dormir, los músculos de la garganta se relajan y a medida que se inhala el aire, roza la úvula o campanilla y produce vibraciones similares a las emitidas por un instrumento de viento que generalmente no son sentidas o apreciadas por la persona que las emite.
El principal problema surge, porque los roncadores realizan un movimiento respiratorio irregular y por momentos suspenden la respiración, dejando de proveer al organismo de oxígeno, lo que ocasiona un incremento en la contracción de los vasos sanguíneos y una exacerbación del sistema nervioso en la parte que controla la presión sanguínea.
Roncar puede deberse a varios factores como: dormir boca arriba o con la boca abierta, fumar, tomar algunos medicamentos que relajan los músculos de la garganta, la obesidad, la obstrucción de los conductos nasales, la inflamación de las adenoides en los niños o el tabique desviado, son algunos de ellos.
Cuando el roncar se convierte en un verdadero problema, lo que sucede más o menos en el 10% de las personas roncadoras, se desarrolla una enfermedad conocida como apnea del sueño o apnea respiratoria que es muy peligrosa, porque al dejar de respirar se provoca un aumento de la presión arterial que puede causar infartos, derrames y otros accidentes vasculares .
Cuando una persona ronca constantemente, no descansa bien, lo que puede ocasionarle dolores de cabeza o sensación de pesadez al despertar. También puede suceder que la persona despierte durante la noche debido a que siente que se ahoga o sienta mucha necesidad de levantarse a beber agua, porque siente mucha resequedad en la boca y garganta.
Es conveniente que una persona roncadora consulte al médico y se realice un examen llamado polisomnografía, que registra el movimiento de los ojos, la actividad eléctrica del cerebro, el ritmo cardíaco y el ritmo respiratorio durante el sueño, con lo que se puede analizar si la persona sufre de apnea y qué tan peligroso puede ser su ronquido.