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Christian Pulisic dice que la Copa del Mundo es una oportunidad para cambiar la percepción global del fútbol estadounidense, ya que Estados Unidos regresa al torneo después de una ausencia de ocho años.
Hace cinco años, un Pulisic adolescente se echó a llorar cuando las esperanzas de EE. UU. de clasificarse para la fase final de 2018 en Rusia se vieron frustradas por una catastrófica derrota a domicilio ante Trinidad y Tobago.
Esa derrota devastadora condujo a una revisión radical del equipo masculino de EE. UU., con una nueva cosecha de jugadores jóvenes técnicamente dotados que se abrieron paso a través de una desafiante campaña clasificatoria de CONCACAF.
El delantero del Chelsea, Pulisic, ha estado a la vanguardia del renacimiento de EE. UU., aceptando su estatus de «Capitán América» mientras los estadounidenses se preparan para las batallas del Grupo B con Gales, Inglaterra e Irán.
En declaraciones a los periodistas en la base de entrenamiento del equipo en Doha el miércoles, Pulisic dijo que una campaña exitosa en la Copa Mundial cambiaría la forma en que se ve el fútbol estadounidense en todo el mundo.
«Para eso estamos aquí», dijo Pulisic a la AFP. «Tal vez no ha sido el mejor deporte o lo que sea en los Estados Unidos.
“Pero queremos cambiar la forma en que el mundo ve el fútbol americano. Ese es uno de nuestros objetivos.
“No hemos estado al nivel de algunas de estas potencias mundiales en las últimas décadas. Pero hemos tenido buenos equipos con mucho corazón en nosotros.
«Creo que podemos dar el siguiente paso con una Copa del Mundo exitosa. Eso cambiará muchas cosas».
Pulisic estuvo de acuerdo en que el trauma en Trinidad hace cinco años había sido el catalizador del cambio en la selección de Estados Unidos.
«Ese primer año después de no clasificar, los muchachos nuevos que trajeron y la oportunidad que recibieron tantos jugadores nuevos cambió mucho la forma en que funcionaba el equipo», dijo.
«Lo estás viendo ahora, es un aspecto completamente nuevo… solo es bueno para el futuro».
Aunque todavía tiene solo 24 años, Pulisic es algo así como un canoso veterano en las filas de EE. UU., una presencia talismánica que invariablemente anima a quienes lo rodean cada vez que se pone la camiseta de EE. UU.
Es una responsabilidad que disfruta ahora que el partido inaugural de EE. UU. contra Gales el próximo lunes se acerca cada vez más.
«No lo veo como una carga en absoluto», dijo Pulisic. «Este es el pináculo de la carrera de muchas personas, jugar en una Copa del Mundo, representar a su país y eso es lo que estoy aquí para hacer.
«He jugado en algunos juegos importantes, he logrado mucho, he hecho muchas cosas que quería hacer. Pero la Copa del Mundo es algo que se suma a todo eso. Es algo que siempre quise». .
«Cuando era niño en Pensilvania y tenía entre cinco y diez años, todo en lo que pensaba era jugar en un equipo de EE. UU. en una Copa del Mundo. Ese ha sido un sueño mío toda mi vida».
