¿El blanqueamiento dental daña los dientes?

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Hoy en día son muchas las personas que buscan lucir una dentadura blanca y brillante. Para esta mejora del aspecto de la sonrisa, el aclaramiento de las piezas dentarias es una opción muy usada. Pero a veces, el blanqueamiento dental daña los dientes.

Las piezas dentarias no son naturalmente de color blanco. De todos modos, las modas y las tendencias llevan a que las personas idealicen con lucir una sonrisa de este color limpio y radiante.

A medida que pasan los años, las piezas dentarias se oscurecen. La edad, la dieta y los hábitos como fumar o consumir con frecuencia café manchan los dientes.

Es así que el blanqueamiento dental ha ganado popularidad. Pues es una terapéutica que se vale de sustancias químicas para eliminar manchas y pigmentos de las superficies dentarias. Por lo tanto, permite mejorar el aspecto de la sonrisa.

Pero debes saber que a la hora de buscar una sonrisa más blanca existen algunos riesgos y en este artículo te los contamos. Sigue leyendo y entérate cómo el blanqueamiento dental daña los dientes.

Tipos de blanqueamiento dental

Como ya adelantamos, el blanqueamiento dental es un procedimiento odontológico que se utiliza para mejorar la coloración de la sonrisa. Consiste en aplicar sustancias químicas capaces de eliminar manchas y disminuir la tonalidad de las piezas dentarias.

En el mercado existen distintos métodos para lograr una sonrisa más blanca y brillante. Antes de explicar los daños que este procedimiento puede causar, veamos con detenimiento las diferentes maneras de blanquear los dientes.

Blanqueamiento profesional en el consultorio odontológico

Para este tipo de blanqueamiento dental, el paciente debe acudir al consultorio y la técnica la realiza el odontólogo. El profesional, antes de aplicar cualquier sustancia sobre la boca, evalúa el estado de salud.

Pues es importante que este procedimiento cosmético no se realice sobre piezas dentarias dañadas. En el caso de que haya caries, fracturas o problemas en las encías, el dentista solucionará estos problemas.

Debido a la evaluación previa, este tipo de blanqueamiento dental es el que menos daña los dientes. O al menos el que más reduce el riesgo de inconvenientes.

El blanqueamiento profesional puede realizarse sobre la cara externa del diente o en la zona interna del mismo. En este último caso es necesario realizar una endodoncia previa. La elección de uno u otro procedimiento dependerá de las necesidades de cada caso clínico.

Para la realización del blanqueamiento, el dentista primero hace una limpieza exhaustiva de las piezas dentarias y luego protege las encías. Después coloca el gel blanqueador que contiene altas dosis de las sustancias aclarantes y lo deja actuar. Se utiliza peróxido de hidrógeno o de carbamida.

En algunos casos es necesario emplear luces LED para activar el agente blanqueador. Asimismo, a veces son necesarias dos sesiones. Al finalizar el procedimiento se realiza una topicación con flúor para proteger los dientes y reducir la sensibilidad posoperatoria.

Blanqueamiento profesional ambulatorio

Este tipo de blanqueamiento dental lo realiza el paciente en su domicilio bajo las instrucciones del odontólogo. Para esto, la persona debe hacer una primera visita al consultorio dental.

Como en el método anterior, lo primero que realiza el profesional de la salud es valorar el estado de la boca y dejarla apta. Luego el dentista toma una impresión de la dentadura del paciente y confecciona una cubeta personalizada para el aclaramiento.

Por último, realiza una limpieza dental y le da las instrucciones al paciente para aclarar las piezas en su domicilio. Además, el profesional entrega un kit ambulatorio que contiene la cubeta confeccionada a medida y el gel blanqueador.

Una vez en su casa, el paciente utiliza la férula para colocar el gel blanqueador. La deberá poner sobre la boca y dejar actuar el tiempo que le haya indicado el odontólogo. Ni más ni menos. En general, se utiliza durante 3 horas por día durante una semana.

Muchas veces el odontólogo sugiere usar estas cubetas domiciliarias como complemento a un blanqueamiento realizado en el consultorio.

Aclaradores de venta libre y métodos caseros

Debido al gran interés en lucir sonrisas bonitas, en el mercado han aparecido un gran número de opciones. Algunos productos son de venta libre y se encuentran en las farmacias. Otros son remedios caseros recomendados por revistas o páginas de internet.

En el caso de los blanqueadores de venta libre, el paciente los compra y los aplica por sí mismo en el hogar. Lo realiza siguiendo las indicaciones que especifican las etiquetas.

La mayoría contiene sustancias abrasivas o peróxido de hidrógeno y de carbamida en bajas concentraciones. Los resultados son muy sutiles y es necesario utilizarlos durante un tiempo prolongado.

Conseguirlos de manera fácil y emplearlos sin la necesidad de ir al odontólogo puede llevar a valerse de ellos en exceso y dañar los tejidos bucales. Los más usados son los siguientes:

  • Pasta de dientes blanqueadora.
  • Enjuague bucal blanqueador.
  • Tiras blanqueadoras.
  • Bolígrafos blanqueadores.

Por otro lado, los métodos naturales o caseros suelen sugerir el uso sustancias ácidas o abrasivas sobre las superficies dentarias. Los ácidos de frutas como naranjas, fresas o vinagres, el carbón activado y el bicarbonato son los productos más habituales.

En vez de lograr un blanqueamiento dental, la acción de este tipo de sustancias sobre el esmalte daña los dientes. Por lo tanto, los consejos que prometen sonrisas blancas deben tomarse con precaución.

¿Cómo daña los dientes el blanqueamiento dental?

Hay algunos métodos para aclarar las piezas dentarias que tienen más riesgo de afectar la salud bucal que otros. El blanqueamiento dental realizado o supervisado por un dentista es el que menos daña los dientes.

De todos modos, debes saber que sea cual sea la técnica utilizada, siempre hay una consecuencia sobre los tejidos. Pues se está aplicando un producto externo que repercute sobre la superficie dental.

El esmalte es la capa dura más externa que recubre y protege la corona de los dientes. Por debajo se encuentra la dentina, un tejido duro, pero más poroso. En la zona más interna del elemento está la pulpa dental, que contiene los vasos sanguíneos y los nervios.

La acción de los peróxidos usados para aclarar los dientes reduce el espesor de la capa más externa del diente. Al aplicar estas sustancias sobre el esmalte se genera una pérdida de minerales en su composición. Esto disminuye la protección sobre los tejidos más profundos.

Además, los peróxidos usados en algunos productos blanqueadores rompen el colágeno de la dentina. Y si se usan en dosis muy altas o de manera reiterada, el daño puede afectar la pulpa dental. Es así que la sensibilidad es una de las complicaciones más comunes luego de un tratamiento de blanqueamiento.

Efectos secundarios del blanqueamiento dental

Como te contamos, el blanqueamiento dental daña o afecta la estructura de los dientes. De todos modos, estos efectos no siempre tienen repercusiones en la salud bucodental.

Realizar este tipo de tratamientos con profesionales idóneos ayuda a minimizar los riesgos. Las manos experimentadas, el ambiente controlado y los productos adecuados reducen los efectos no deseados.

En cambio, existen productos o maneras de usarlos que pueden llevar a sufrir consecuencias. Algunas de ellas son irreversibles. A continuación mencionamos los efectos secundarios asociados al blanqueamiento dental:

  • Sensibilidad dental: es una sensación dolorosa al ingerir algo frío o caliente. Es habitual luego de los tratamientos de blanqueamiento, pero suele desaparecer al cabo de un tiempo. Al realizar el procedimiento con métodos caseros, en el hogar o de manera muy frecuente, la sensibilidad suele ser más intensa y duradera.
  • Desgaste del esmalte: se trata de la pérdida mineral del tejido que protege los dientes. Este desgaste ocurre sobre todo al usar sustancias abrasivas o muy ácidas. Debes saber que este tejido no vuelve a regenerarse, por lo que el daño es irreversible. Un diente con menos esmalte se ve más amarillo y es más susceptible a sufrir caries y sensibilidad.
  • Irritación de encías y mucosa oral: si las sustancias blanqueadoras entran en contacto con los tejidos blandos de la boca provocan su irritación y hasta quemaduras.
  • Problemas digestivos: si el producto es injerido de manera accidental puede irritar la mucosa del sistema digestivo.
  • Alergia: algunos componentes de los productos blanqueadores pueden desencadenar una reacción alérgica.
  • Resultados no esperados: a veces el paciente puede sentir que sus dientes no se ven tan blancos como desea o los efectos son desiguales entre pieza y pieza. Esto sucede, sobre todo, al utilizar métodos de uso doméstico que tienen efectos muy sutiles y poco duraderos.

¿Es malo blanquearse los dientes?

El blanqueamiento dental es un tratamiento cosmético que mejora la apariencia de la boca. Y aunque tiene repercusiones en los tejidos dentales, si es supervisado por un dentista se considera un método efectivo y seguro con pocos riesgos a largo plazo.

Para que la búsqueda de la sonrisa perfecta no sea el origen de otras problemáticas, lo aconsejable es ponerse en manos de un experto. El dentista será quien mejor podrá asesorarnos sobre si es necesario y posible realizar este procedimiento en nuestra boca. Y en caso de que sí, cuál es el método indicado a seguir.

Poder comunicarse de manera clara con el profesional ayuda a tomar una decisión informada y saber qué esperar. Considerar si las manchas a eliminar pueden ser removidas con el blanqueamiento dental, por ejemplo, evitará desilusiones a futuro. Además, si hay empastes en la boca, debes saber que estos no se verán afectados por el producto y se puede originar un aspecto de poca uniformidad en el color de la sonrisa.

Como ya te contamos, la evaluación odontológica previa al tratamiento es de suma importancia. El dentista podrá constatar que no haya caries activas, enfermedad periodontal, sensibilidad o un esmalte muy desgastado. En caso contrario, deberán realizarse los tratamientos pertinentes o evitar el blanqueamiento.

El blanqueamiento dental no se recomienda en mujeres embarazadas, durante la lactancia y en menores de 18 años.

Minimizar los riesgos

Aunque todo blanqueamiento dental daña los dientes de cierta manera, es posible minimizar los efectos adversos. Optar por un tratamiento profesional realizado por odontólogos idóneos disminuye las posibilidades de sufrir consecuencias indeseadas.

Nuestro consejo es tratar de evitar experimentar con los remedios caseros que prometen sonrisas impecables. Y si te decides por utilizar kits de blanqueamiento doméstico que dependen de tu destreza, hazlo con responsabilidad. Siempre deberás seguir las instrucciones del fabricante y consultar al dentista antes de empezar la terapéutica.

Los odontólogos son las personas más preparadas para ayudarte a lucir dientes blancos y brillantes. Ponte en manos que sepan lo que hacen para evitar daños y lograr esa sonrisa hermosa que deseas.

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