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La posible adquisición de Irak de los sistemas antiaéreos rusos S-400 podría provocar la imposición de sanciones por parte de EE.UU., ha declarado este 14 de enero el primer subsecretario de Estado para Oriente Medio, Joey Hood.
«Es posible que la compra de [los S-400] se convierta en un desencadenante de sanciones, por lo que aconsejamos a nuestros socios que no realicen tales adquisiciones», ha sugerido Hood en respuesta a una pregunta al respecto, durante un evento en el Instituto de Estudios de Oriente Medio en Washington.
El 10 de enero, el periódico Wall Street Journal reportó con referencia a unos miembros del Parlamento iraquí que Bagdad está considerando la compra de los sistemas antiaéreos rusos S-400 y ha comenzado las consultas correspondientes con Moscú.
Tensiones entre Bagdad y Washington
Estas declaraciones se producen días después de que el Parlamento iraquí aprobara la resolución que pide la retirada de las tropas estadounidenses de Irak, en respuesta al ataque aéreo cerca de Bagdad, que acabó con la vida del poderoso mayor general iraní Qassem Soleimani y Abu Mahdi al Muhandis, el líder de la milicia iraquí Kataib Hezbolá y de las Fuerzas de Movilización Popular.
En respuesta a la exigencia de Irak sobre la retirada de las tropas estadounidenses, el Departamento de Estado de EE.UU. respondió este 10 de enero que cualquier delegación estadounidense enviada al país árabe será para debatir la alianza estratégica entre Washington y Bagdad, no para quitar sus efectivos.
Además, desde el país norteamericano argumentan que la presencia de sus fuerzas en la zona resulta «apropiada».
Al día siguiente, The Wall Street Journal, citando a funcionarios iraquíes anónimos, reportó que el Gobierno de Donald Trump había advertido a Irak que puede perder el acceso a su cuenta gubernamental clave en Estados Unidos si expulsa a las tropas estadounidenses del país.