El continente americano vive la expansión de la pandemia a dos velocidades. Mientras Estados Unidos supera los 5.000 fallecidos y podría pasar de 100.000 fallecimientos, en América Latina el virus crece con un macabro goteo de casos.
El país más afectado, Brasil, ha alcanzado los 300 muertos y en Ecuador los servicios funerarios están desbordados y han aparecido cadáveres en las calles que golpean la imagen de Lenín Moreno.
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En México se amplió el confinamiento parcial hasta el 30 de abril pero en otras partes el encierro es más estricta como en Perú, Panamá o Bolivia, donde a la cuarentena se suma la inestabilidad política y el temor a protestas violentas.
En los Estados fronterizos de México como Baja California, Nuevo León o Tamaulipas se vive con pavor el aumento de casos en EEUU y las autoridades han pedido a los migrantes “que no vengan en Semana Santa”. Mientras tanto, a nivel global, el número de contagios superó el millón de personas en el mundo.